Miles de personas no lo han entendido, pero el mundo, a partir de esta crisis, ya no será igual. El sistema está cambiando, los valores y las costumbres también. Hay quienes se siguen aferrando al viejo sistema y se siguen endeudando. Otros progresan porque sus valores han cambiado y se apuntan a las nuevas tecnología. No es un cambio local es mundial.
Véase algunos ejemplos que muestran este cambio que muchos no quieren ver ni aceptar. El precio del barril de petróleo ha caído espectacularmente debido a un menor consumo. El oro, desde agosto del 2011, ha perdido su valor un 17%, lo que deja de convertirse en un refugio del dinero. Los bancos cierran miles de sucursales y se fusionan entre ellos. El derecho a la jubilación se alarga y se crean dudas que sea un derecho innegable. Las nuevas tecnologías se imponen, las tabletas obligan a editar libros en ellas y ha cerrar periódicos en todo el mundo. La comunicación y la información es algo vital. Los móviles se imponen. Las costumbres cambian, la gente deja de comer tanto fuera de casa.
Crece el euro escepticismo, mientras el idioma inglés se impone al francés en Europa, y en América el español es el segundo idioma en Estados Unidos.
Las democracias están pasando malos momentos, los ciudadanos ven como emergen los fraudes y sus políticos no cumplen sus promesas. Empieza a existir cierta inseguridad ciudadana ante el aumento de la delincuencia. Las religiones de siempre pierden fieles, otras emergen en el mercado de las creencias.
¿Quién dice que este sistema no está cambiando? ¿Quién niega este nuevo paradigma? ¿A que sistema de sociedad iremos a parar?
Pese a la resistencia de los políticos, si queremos progresar en este nuevo paradigma, se precisa una unión política, jurídica y bancaria de Europa. Mayor solidaridad y responsabilidad, menos burocracia, más participación ciudadana (consultas) y una mayor información. Cambiar el sistema político y un mayor control del ciudadano sobre los políticos y sus decisiones. Hay que sentarse para reflexionar y crear un programa con prioridades iguales para todos, sin intereses partidistas.
El sistema está cambiando, y nada ya será igual. O evolucionamos o morimos.