La mayoría de las enfermedades, por no decir todas, son debidas a los alimentos que ingerimos y los productos que utilizamos para nuestro aseo y embellecimiento, así como los propios embalajes y envasados, enlatados y con dudosos procesos sanitarios. Toda eso perturbadores más esas malas dietas con sal, grasas y azúcar, refritos, carnes rojas, embutidos y exceso de alcohol, pasan factura, no en el momento, sino al cabo de unos años, y lo hacen con enfermedades que no sabes de dónde vienen ni cuál ha sido el detonante que las ha producido.
Los perturbadores endocrinos (PE) son moléculas naturales o sintéticas que interfieren con la acción de las hormonas del organismo, y son sospechosas de alterar la reproducción humana, de provocar desórdenes neurológicos, favorecer la diabetes y restar poder a nuestro sistema inmunitario.
Estos perturbadores endocrinos (PE) se encuentran en Cosméticos y medicamentos; embalajes plásticos (bisfenol); cajas de conservas; tejidos impermeables (perflurocarburos) y transpirables; anti-adhesivos y adhesivos; cables eléctricos y pesticidas.
Los PE se utilizan en las fito-farmacéuticas para pesticidas y fertilizantes. El biosida para desinfectantes y productos anti-suciedad. Solo hasta hace muy poco (2015) el bisfenol ha sido prohibido en la Unión Europea en los biberones. Hasta esa fecha hemos estado intoxicando a los bebes con un producto cuyas consecuencias desconocemos, pero que pueden ser las causas de enfermedades de los adultos que no sabemos de dónde vienen.
Los pesticidas se han convertido en el mayor veneno que nos rodea. Muchas enfermedades que padecemos son debidas a los pesticidas. Hay estudios que relacionan el párkinson con el contacto de pesticidas, así como una de las causas de la desaparición de las abejas. Pero la industria de los pesticidas es terriblemente poderosa: ¿Cómo luchar contra un negocio en crecimiento que mueve 50.000 millones de dólares al año?
Cualquier química ajena a nuestro cuerpo que ingerimos, afecta a su normal funcionamiento, en algunos casos de una forma tan fuerte que el organismo produce un rechazo con signos de malestar, temblores, enrojecimiento de la piel, mareos, etc. Por otra parte, y de ahí la necesidad de una medicina personalizada, lo que a unos funciona bien a otros les perjudica. El cuerpo humano es un complejo organismo químico cuyas reacciones son imprevisibles, hasta el punto que los facultativos recurren cada vez más a las probabilidades estadísticas de los estudios que se realizan.
Pero sepamos que determinados estudios científicos no garantizan que sus conclusiones sean verdaderas, ya que en ocasiones hay en juego intereses comerciales de las grandes multinacionales farmacéuticas que están por encima de la noble intención de los facultativos. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que todos los laboratorios actúen de la misma manera. Veamos algunas conclusiones, alertas y revelaciones:
- En el mundo científico, como en cualquier otro colectivo, hay gente dispuesta a mentir, a plagiar o a realizar falsos análisis por dinero. Recordemos como la Exxon pago a un grupo de científicos para que desmantelasen la teoría del cambio climático que atribuía la contaminación a la industrialización y a los seres humano.
- Medicamentos que han mostrado en análisis su eficacia contra determinadas enfermedades son almacenados esperando su incorporación al mercado hasta cuando sus antecesores, menos efectivos, hayan sido amortizados o agotadas sus existencias.
- Se ha presionado a la Oficina Internacional de Patentes para que autorizase a patentar determinadas plantas y hongos de las selvas amazónicas, entre ellos la Ayahusca. Afortunadamente el consenso determino que la flora y sus propiedades no se podían patentar. Se hubiera terminado patentando hasta las hojas de laurel y la manzanilla.
- Los medicamentos genéricos no son iguales, digan lo que digan, su composición varia, y esto puede afectar a las dosis. Hay, por ejemplo, genéricos que contienen como excipiente la lactosa, producto que no contiene el fármaco original.
- Ciertas alergias provienen no de los ácaros o el polen, sino de los componentes de conservación de algunos alimentos.
- No damos importancia a los ácaros cuando son los responsables de la mayoría de las alergias, enfermedades respiratorias, problemas oculares, etc. Es una de las asignaturas pendientes de los ciudadanos: la desinfección de los hogares.
- Han pensado con qué fabrican los piensos y latas de alimentos para los animales. ¿Se controla su producción por sanidad?
- ¿Creen que cuando en los mataderos encuentran un tumor en una vaca o ternero lo retiran? Se recorta el tumor y la zona afectada y se tira, pero el resto del animal pasa a la siguiente fase de producción. ¿Es que nadie les ha explicado que un solo tumor puede afectar de una manera imprevisible a los demás órganos del cuerpo? ¿Es que no se ha considerado el torrente sanguíneo?
- La radiación de determinados materiales aparece años más tarde. Una realidad que han padecido los militares tanquistas que han sufrido el “síndrome del tanquista” a causa de la gran radiación que han soportado dentro de la cabina, debido a los materiales con que se protege la plancha reforzando al tanque contra las perforación de los misiles. Algunas planchas aleaciones de uranio empobrecido o nanotubos de carbono. DARPA considera un gran invento el nuevo casco de los pilotos de los F-35, casco que cada unidad vale 400.000 dólares y está cargado de instrumentos electrónicos que incluso permiten ver al piloto a través del fuselaje. ¿Creen que se ha considerado los efectos electrónicos en el cerebro de los pilotos?
- La industria de la alimentación ejerce una gran presión para ofertar productos que sabe que no son sanos. Alimentos ultraprocesados, con mucha grasa, azúcar y sal, como el kétchup. Se lavan las manos alegando que nunca se habla de las cantidades que un comprador debe consumir, pero maliciosamente la publicidad sitúa, por ejemplo, a un niño acudiendo al colegio con su bollo de pastelería diario.
- Se debe informar a la gente de lo que es dañino. Hacer una medicina preventiva. Hay que gravar el consumo de carne roja y procesada, comida basura y bebidas azucaradas. Y subvencionar el aceite de oliva virgen extra, las frutas y las verduras. Subvencionar significa ahorra en medicamentos y hospitales.
- La industria ha llegado a pagar a científicos para que publicasen que el tabaco no perjudica tanto la salud. También se ha gastado dinero en desprestigiar a los epidemiólogos que trabajan en nutrición. Se ha pagado a científicos para que sembrarán dudas sobre el azúcar como principal causa de la caries dental y se han realizado campañas haciéndonos creer que el azúcar es necesario para nuestro cerebro. Lo que precisamos es glucosa y este hidrato de carbono se puede obtener a través de los cereales, legumbres, frutas, verduras y tubérculos, no a través de refrescos azucarados ni bollería.
- Lo más probable es que estudios realizados con financiación de determinadas empresas de alimentación concluyeran a favor de esas empresas.