Ya he hablado muchas veces de los misteriosos agujeros negros, pero ahora vuelven a ser actualidad por las últimas declaraciones de Stphen Hawking recogidas por la revista Nature.
En una conferencia en el Instituto Kavli de Santa Bárbara en Estados Unidos, Hawking declaró que “Los agujeros negros no existen”. Una provocadora manifestación del científico que en 1980 afirmaba todo lo contrario, y estaba completamente convencido que si un objeto caía en un agujero negro su información no desaparecía, pero el objeto era engullido sin ninguna probabilidad de escapar.
Hawking ha matizado su afirmación en la conferencia del Instituto Kavli, destacando que “ningún astro es completamente negro”.
Un astro o agujero negro es en la física clásica un lugar que absorbe todo tipo de radiación no dejándola salir, un objeto con un fuerte campo de gravitacional. Sin embargo esta definición no es válida en la física subatómica.
La versión cuántica de Hawking es que estos objetos no son completamente negros ya que dejan escapar cierta radiación. También cree que llegaran a evaporarse a lo largo de los millones de años. Hawking cree que la información de un objeto que cayese en un agujero negro se puede modificar pero que se conservará.
John Preskill del Instituto de Tecnología de California, advierte que no se dispone de una teoría física capaz de describir los agujeros negros y su singularidad, y que es necesario elaborar una teoría que reagrupe la relatividad general y la física cuántica.
La realidad es que nada está claro sobre los agujeros negros, sólo disponemos de teorías de estos lugares de singularidad. Los físicos apuntan a la necesidad de replantear muchas teorías sobre la física clásica y cuántica, aunque esta última parece ser contundente. De cualquier modo el mundo de la física experimentará en los próximos años cambios que, según los mismos físicos, van a ser sorprendentes.