Me parece acertado el Premio Nobel de medicina a los investigadores John O´Keefe y el matrimonio Moser. Han investigado en una de las partes más primitivas del cerebro, el hipocampo. Una parte que apareció antes que el córtex cerebral prefontral, la encefalización que nos dio la inteligencia. Sabíamos que el hipocampo es importante en la formación de la memoria espacial. Ahora, además sabemos que es vital para la orientación. Posiblemente fue la brújula que oriento a la especie Homo a abandonar el Rif Valley y llegar hasta Europa. Con este nuevo descubrimiento ha quedado demostrada la importancia del córtex prefrontal y el hipocampo para la re memorización y el almacenamiento de los recuerdos episódicos.
Destacar que el descubrimiento de la importancia de estas células, que se comportan como un GPS, y están ubicadas en la corteza entorrinal que se comunica con el hipocampo, se ha logrado gracias a las nuevas técnicas de imagen cerebral, de las que hablaré un día dado que representan una revolución en el conocimiento del cerebro.
El descubrimiento de O´Keefe y los Moser, es importantísimo para la investigación relacionada con el Alzhéimer, demuestran los problemas para orientarse que tiene estos enfermos y los daños que se producen en el encéfalo.
El Premio Nobel de Física me ha decepcionado, desde luego este año no he acertado con los ganadores que han sido los japoneses Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakaguma, por un descubrimiento que tiene más de veinte años: los led.
Entiendo que estos diodos emisores de luz azul hayan conseguido un gran ahorro energético en el mundo, que estén en sintonía con el medio ambiente, que tengan una increíble mayor duración, que sustituyan a las viejas lámparas y fluorescentes, y que se puedan alimentar con energía solar. Pero creo que había otros merecidos premios de Física. Esta vez ha primado la economía, la ecología y el medio ambiente. Una cuestión de valores que, algunos, considerarán más importante que las teoría cuánticas o cosmológicas.
Como mis lectores saben había apostado, horas antes de la concesión de los premios, por Alan H. Guth y Andrei Linde, padres de la inflación cósmica. Pero parece que las lámparas led son más importantes que el Big Bang y sus primeros segundos y la confirmación de la inflación cósmica, la radiación del fondo cósmico de microondas y las ondas gravitacionales.
Protesto nuevamente por la ausencia de un Premio Nobel de Informática, pero parece que los viejos miembros del jurado no consideran las nuevas tecnologías emergentes importantes. En cualquier caso otorgo el Premio Nobel de Informática de mi Post, a Alexei Kitaev, por el ordenador cuántico.