Se han producido muchos descubrimientos en 2014 que han pasado desapercibidos por la mayor parte de la sociedad. Los ciudadanos no han apreciado los grandes avances en interfaz cerebro-máquina, ni en neurotecnología ni nanotecnología, entre otras razones porque desconocen estas tecnologías emergentes que representan todo un mundo que nos lleva a una simbiosis hombre-máquina con el fin de alargar nuestras vidas en un futuro diferente.
En el año 2014 ha crecido el Movimiento Transhumanista que promueve la fusión de los seres humanos y las computadoras, y recomienda la utilización de implantes electrónicos para mejor nuestra capacidad cognitiva, la expansión de la consciencia y alargar nuestra esperanza de vida. Unos propósitos que llevaron a la aparición del Transhumanist Party y la candidatura de Zoltan Istvan a la presidencia de Estados Unidos en 2016.
Istvan aboga por la transformación y mejora del cuerpo y del cerebro humano, así como una mayor capacidad de adquirir conocimientos, mejorar la calidad de la vida y alargarla indefinidamente. Su objetivo político es que estas premisas tengan preferencia ante todo, ya que en el fondo, lo que importa son los seres humanos. Para conseguir estos objetivos transhumanistas la clave está en la tecnología y a través de esta se podría evitar las guerras y encontrar soluciones a los problemas globales de recursos, objetivos que allanarían el camino para una sociedad global centrada en el ser humano y por el ser humano. Una sociedad con más conocimientos y, en consecuencia, una mayor capacidad de adquirir más sabiduría.
Los seguidores del Movimiento Transhumanista y del Transhumanist Party desean ir más allá de la condición humana actual, superar las limitaciones naturales que nos avocan a una vida relativamente corta. Desean un mejoramiento humano. Con estos principios elementales abogan por las nuevas biotecnologías y biologías regenerativas que actúan contra el envejecimiento y la muerte.
Comparten este objetivo el CEO Ray Kurzweil de Google y fundador de la Universidad de la Singularidad en el MIT, el profesor de filosofía de Oxford Nick Bostrom y representante del Instituto para el Futuro de la Humanidad; James Martin School profesor de Oxford; Richard Dawkins con su Fundación para la Razón y La Ciencia; empresas como Google que ha creado Calico (California Life Corporation) donde se pretende transferir un cerebro humano a un “Avatar” biotecnológico. Calico también trabaja en la IA, algo que se conseguirá en menos de media docena de años, y acumula información para combatir la enfermedad y la muerte.
Es evidente que si queremos conquistar el espacio, explotar sus riquezas y conocer sus secretos, tenemos que preparar tecnológicamente (cyborg) a los futuros astronautas para que accedan a un entorno para el cuál no están constituidos físicamente. Y en la Tierra se pretende eliminar las enfermedades, algo que se puede conseguir con un buen manejo de la información, datos como los que recauda Google, sobre enfermedades, el cerebro, hábitos humanos, etc.
Este mismo mes se ha hecho público que Google invertirá 425 millones de dólares este año en tecnologías médicas para alterar el ADN y prolongar la vida. Posibles investigaciones en el campo de los telómeros. Bill Maris, un CEO de Google, destaca que “Necesitamos transformar la biología humana a través de la tecnología, controlando de esta manera el modo de vivir y morir”.
Zoltan Istvan, con el apoyo de los que tienen sus mismos criterios, se presenta para la presidencia de Estados Unidos, sus rivales son el Partido Demócrata y Republicano, dos competidores que ven como emerge el Transhumanist Party con el apoyo de la ciencia y de los ciudadanos que quieren disfrutar de una más larga vida.