Unas reflexiones rápidas sobre el nuevo Papa de los cristianos. Es muy importante saber qué movimiento le respalda, y está claro que los jesuitas, una Compañía marginada durante muchas décadas por todos los Papas y la Inquisición. Nadie esperaba que un jesuíta llegase al pontificado, esto deja fuera de juego al poderoso Opus Dei, con el que los jesuitas tienen profundas divergencias, ya que los primeros apoyan a los pobres y los segundos a los ricos. También descarta Regnun Christi tan apoyado por Ana Botella, Acebes, Michavilla y Zaplana. Se quedan en la cuneta los chicos de Kiko Arguello y su Camino Neocatecumenal que habían conseguido bastante influencia en el Vaticano. También ha quedado descolgado el movimiento llamado Comunión y Liberación, muy fuerte en Italia y apoyado en España por el cardenal Rouco y la ONG Cesal.
En lo que respecta al nuevo Papa es evidente que es conservador. Está en contra de la despenalización del aborto, los matrimonios gay a los que califica de “movida del diablo”, y la investigación con células madre. Su único enfrentamiento con la ley lo tuvo cuando la fiscalía argentina pidió investigarle por el robo de bebés durante la dictadura de su país.
Dicen que se hace la comida, más le vale si tiene que arreglar las cuentas del Vaticano y los embrollos de Vaticanleaks, aun quedan reminiscencias en el Vaticano de los Borgias que usaban más veneno en la cocina que sal. Y si no recuérdese Juan Pablo I que ni el médico quiso firmar el acta con las causas de defunción.