Dice una de las máximas del espionaje que, “los que hoy son enemigos, mañana pueden ser amigos; y los que hoy son amigos, mañana enemigos”. Basándose en este dogma sagrado, la NSA ha decidido espiar a todos, amigos y enemigos… por si acaso.
Controlan nuestro e-mail, nuestros comentarios en Facebook, donde estamos y que hacemos y a dónde vamos por nuestro Foursquare, nos pinchan las llamadas telefónicas y guardan nuestros perfiles que les suministran los servidores.
Deducen cuando cago y meo por las veces que dejo de teclear en mi ordenador. Saben que me gusta comer y, por tanto, en que alimento ponerme el polonio para “neutralizarme”. Saben si me gustan rubias, morenas o pelirrojas, por lo que pueden infiltrarme una espía, por cierto que no lo han hecho todavía y ya me toca. Han entrado en mis cuentas bancarias y saben lo que tengo… razón por la que no me han enviado ninguna espía, no podría ni invitarla a café.
Dicen que han espiado a los presidentes de Alemania, Francia e Inglaterra que teóricamente son sus amigos y aliados. A la Merkel para saber cómo cocinaba las Kartoffen, al Hollande para saber algo sobre su vida sexual que no haya publicado ya su exesposa, y a Cameron para averiguar porqué sale en el video One Way Or Another del quinteto británico One Direction. También intentaron espiar a Berlusconi, pero las llamadas siempre se desviaban a un teléfono erótico.
También dicen que han pinchado el teléfono de Rajoy, les costó porque tuvieron que poner un traductor gallego, pero ahora ya saben a qué hora hace la siesta y cuantos puros se fuma al día. Sobre política no han aclarado nada. Claro que él tampoco tiene nada claro.
Claro que Alemania, Francia e Inglaterra también han espiado a sus amigos. Incluso España espía, como es el caso de La Camarga, que no se sabe quién espió a quién, para qué y quién lo pago. España no puede permitirse el lujo de sofisticados medios de espionaje como la NSA, así que utiliza floreros con micros. Del tipo de flores poco se dijo, a mi entender debieron ser una Aloe erocornueta, flor de Judás, falso pimentero, susurros…etc. Alguna de estas especies que hacen juego con el cometido.
Espiar es la segunda profesión más antigua del mundo, aparece en el Antiguo Testamento, David enviaba espías a las ciudades que atacaba. Jesús tenía 12 discípulos y uno era un agente doble… espía por excelencia.