La semana pasada Gabriel Jaraba mostraba su indignación por el trato que algunos descerebrados (esta última expresión es mía) habían dado a Sara Montiel, con una falta total de ética y humanismo. Como destaca Gabriel uno se puede identificar o no con Sara Montiel, personalmente no me gustaba aquel cine “españolísimo” de su época, pero no se puede criticarla sin una base racional.
Gabriel, al hablar de krausismo, me rememora el humanismo racional de los librepensadores krausistas, cuyo exponente fue en España Francisco Giner de los Ríos que lideró la Institución Libre de Enseñanza, con una escuela en la que se enseñaba a pensar y se abría las puertas del conocimiento.
Soy cientificista, humanista y racional. Soy antirevelaciones, creo que no hay nada absoluto y que dependemos de probabilidades como demuestra la mecánica cuántica. Apoyo la primera regla de la ciencia: la de la observación experimental, que también puede ser interior como ha señalado la psicología transpersonal.
El humanismo es no creer en nada divino ni en ningún dogma religioso, es actuar de forma ética sin sentirse supeditado a un castigo o premio en el más allá. Para ser humanista se precisa un pensamiento crítico.
Muy brevemente apuntaré que existe el humanismo teológico que subordina el hombre a Dios; el humanismo transcendental lo contrario del anterior; y el humanismo racional que requiere los servicios de la ciencia.
Para los que estén interesados en este tema recomiendo contactar con la Asociación Española de Humanismo Racional que recupera la tradición de Librepensadores, o Ateus de Catalunya (AdC), o también la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) que ha convocado una manifestación en Madrid, el próximo 26 de abril, en contra de las subvenciones del Estado a la Iglesia católica (más de 10.000 millones de euros anuales).
Para los racionalistas recomiendo dos revistas: Skeptical Inquirer, contra los fenómenos paranormales; y Free Inquiry, escéptica con las religiones.
Refuerzo parte de los argumentos expuestos con el último barómetro de confianza en las instituciones españolas realizado a 3.000 personas. De una lista de 41 instituciones el número 1 corresponde a los científicos, el 2 a los médicos, el 9 a la Universidad, el 20 a los jueces, el 31 a la Iglesia, el 35 a los obispos, y el 39 y 41, respectivamente a los bancos y los políticos.