Prometí que explicaría en qué consiste la teoría de cuerdas de una forma comprensible para todos. Es sin duda una de las teorías más complejas y difíciles de comprender por los profanos en la materia. Trataré de hacer una breve descripción que se pueda entender como lo hice con los agujeros negros.
Digamos, inicialmente, que la teoría de cuerdas sugiere que las partículas no son puntos, sino minúsculos filamentos vibrantes, en que cada uno vibra con pautas diferentes que dependen de su masa. Hablo de filamentos pequeñísimos, del orden de 10-33 centímetros, un billón de billón de veces más pequeña que un átomo. Si pudiéramos ampliar alguna de estas partículas veríamos cuerdas vibrantes.
Hasta aquí la explicación más sencilla, algo que todos comprendemos. Vemos que la materia no es más que armonía creada por cuerdas vibrantes. Esto les gustará a mis amigos los músicos; además, a través de estas cuerdas vibrantes puede construirse un número infinito de formas de la materia. Como composiciones musicales. El universo es vibración como lo somos nosotros, cada molécula del universo tiene una frecuencia única y el lenguaje que emplea para hablar con el mundo es una onda resonante.
Esta teoría se creó para tratar de combinar la gravedad con la teoría cuántica, ya que se describen todas las partículas conocidas en las cuatro fuerzas. La cosa se complica para los profanos cuando se les explica que, para que estos ocurra, para que las ecuaciones se cumplan, es preciso que el Universo tenga más espacios de los que percibimos: la teoría de cuerdas implica dimensiones adicionales, siete más, que con las tres dimensiones – longitud, anchura y profundidad – suman diez. En la teoría M, once dimensiones.
Nosotros no vemos estas dimensiones adicionales porque están compactadas, se pliegan sobre sí mismas a escalas tan minúsculas que no pueden ser observadas.
Hasta aquí lo más elemental y fácil de comprender. A los músicos les encantará saber que cada molécula de nuestro cuerpo toca una nota que está siendo oída en todo el mundo. Cuando se toca la batería o se toca un violín se está enviado mensajes vibratorios por todo el universo.