Los científicos Randy Schekman, premio Nobel de Medicina; Peter Lawrence, premio Nobel de biología; y Michael Eisen, profesor de la Universidad de California en Berkeley; han criticado duramente tres de las más prestigiosas revistas científicas que se publican en la actualidad: Nature, Science y Cell. Schekman ha realizado esta denuncia en el Guardian News & Media.
Son tres publicaciones que sigo mensualmente al margen de otras de la Red como PLoS, eLife y decenas de páginas especializadas. Es lo que uno debe realizar si quiere estar al día de los avances científicos.
Los tres científicos citados denuncian que las tres grandes revistas mencionadas, distorsionan el proceso científico, ya que la admisión de textos puede estar sujeta a consideraciones políticas científicas o presiones financieras. Imagino que esas presiones pueden proceder de los grandes laboratorios farmacéuticos o de industrias emergentes, que temen la información sobre los alimentos que comemos y los medicamentos que ingerimos.
Los científicos, especialmente los jóvenes, publican en esas revistas para conseguir méritos. Es importantísimo presentar un curriculum vitae en el que aparezca que se han publicado X artículos en Nature, Science o Cell. Ya que en esas revistas se sigue una estricta selección y control de la veracidad del contenido, hasta el punto de que se llegan a rechazar el 90% de los trabajos.
Sin embargo, los científicos citados, cuestionan los criterios para la selección de los trabajos presentados, y acusan a las tres grandes publicaciones de buscar afirmaciones atrevidas, artículos sensacionalistas y de censurar determinados artículos impactantes sobre la clonación, perfiles genéticos de los centenarios, etc. También denuncian que estas revistas sólo pretenden promocionar de forma agresiva sus marcas.
No pongo en duda el criterio de estos premios Nobel, pero sospecho que también se ha desatado una guerra entre las revistas científicas en papel y las de acceso libre electrónicas. PLoS (Public Library of Science) está publicada en abierto por Michael Eisen, y eLife ha sido fundada por Randy Schekman. Dentro de la Red existen muchas otras revistas de información científica, de la misma forma que el lector puede encontrar en los quioscos – sobre todos los de otros países – gran número de revistas de este sector.
Ante todo hay que saber elegir y asegurarse del rigor de la publicación. Al margen de esta trifulca creo que lo importante es que se transmita el conocimiento y que todos los avances de la ciencia sean accesibles de una forma clara, sin intereses comerciales o ideologías de cualquier tipo. Y eso sólo se conseguirá con el mayor número de publicaciones posible, sean de papel o en la Red.
Olvidan estas revistas que no se trata sólo de publicar los trabajos sobre las más impactantes investigaciones, sino de educar y formar a los ciudadanos, hacerlos partícipes de los descubrimientos y las teorías que están transformado nuestras ideas sobre el mundo en que vivimos. Se trata, también, de formar las estructuras mentales de la población para que puedan comprender la verdadera realidad de lo que son y de dónde están. De no ser este un objetivo preferente, tendremos una élite científica por un lado y una población que no comprenderá nada por otro.