La última noticia antidemocrática del año, es la vergonzosa censura que el Gobierno chino ha impuesto a sus ciudadanos en la utilización de Internet.
El gobierno chino obliga a identificarse a sus ciudadanos si quieren contratar una línea de teléfono fija o móvil, destacan que esta práctica dictatorial es para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. ¿Qué seguridad? La realidad es que el Gobierno chino percibe Internet como una amenaza, igual que lo perciben todos los sistemas antidemocráticos. Todos aquellos que no admiten que se cuestionen sus decisiones.
La ley china permite cortar las transmisiones de información cuando estás no interesen al Estado. Es un dominio de Weibo, la versión china de Twitter, ya que Facebook y Youtube están vetados en China. La primavera árabe y su retransmisión, su comunicación entre los protagonistas, es algo que no interesa que vuelva a ocurrir. Tampoco se va a permitir que aparezcan contenidos críticos sobre el régimen chino.
La libertad de expresión es una fuerza creadora, no puede existir una sociedad democrática en la que se cuestiones la libertad de imagen, expresión y crítica. Si censuramos estos aspectos estamos acabando con la propia democracia.