Confieso inicialmente que a mí me parece perfecto que la Generalitat de Catalunya tenga un servicio de inteligencia como el CNI. En otros países existen hasta 10 servicios de inteligencia en la misma nación. Aquí, los que han clamado en el cielo por el probable proyecto catalán de agencia y el actual Cesicat, son los de siempre, los que prefieren tener ellos el privilegio de espiarnos y de recabar sobre nuestra información, los que quieren tener todo centralizado, hasta la información, por el hecho que saben que la información es poder.
Dicen que la Generalitat pretendía convertir al Cesicat en un verdadero CNI. Pues me parece muy bien, porque entre otras cosas tendría definidas sus funciones y existiría cierta claridad sobre sus actividades.
Los detractores de un CNI catalán alegan que el Cesicat actual ha desarrollado actividades ajenas a su misión original. Se basan en un “agente doble” que al parecer se ha apropiado de cientos de archivos y correos electrónicos. Una especie de Snowden filtrador que puede terminar pidiendo asilo en Madrid.
El Cesicat investigaba para evitar futuros ataques cibernéticos a los equipos informáticos de la Generalitat. Pues bien, su existencia preocupa a Madrid y al PP, pese a ser un servicio con un miserable presupuesto de un millón de euros anuales y una docena de informáticos y hackers. Un grupo de profesionales en informática pero insuficiente y no formado para re realizar una OPS (Operación Especial).
C’s acusa al gobierno de la Generalitat de estar preparando un CNI catalán, lo hace esgrimiendo un proyecto que no ha especificado de donde lo ha sacado. Tal vez del CNI de Madrid que en ese caso quedaría claro que espía a la Generalitat.
Destaca ese supuesto informe que el CNI catalán costaría 30 millones de euros al año y que trabajarían 300 mossos d´esquadra. Lucharía contra las ciberamenazas. Pues si fuese cierto, eso ya sería otra cosa. Trescientos agentes y 30 millones de euros al año empieza a ser el embrión de un auténtico servicio que podría estar funcionando a pleno rendimiento en tres años. Hay que buscar técnicos y analistas en diferentes sectores, agentes formados en el contraespionaje y terrorismo internacional, etc. Es decir, 007 catalanes, al servicio secreto de la Moreneta.