Tratar temas de bioingeniería es complicado y precisa, para los no doctos en la materia, la explicación de algunos conceptos para que todos podamos entender el alcance del descubrimiento que se ha realizado y ha publicado la revista Nature.
Todos los seres de la naturaleza que viven en nuestro planeta poseen en la doble hélice de su ADN un código genético de cuatro letras, “a”,”g”,”t”,”c”, las cuatro bases o nucleótidos. Este código genético natural está compuesto por dos pares de bases: el par A-T y el par G-C.
La doble hélice del ADN consiste en un muelle imbricado entre sí. A lo largo de cada muelle discurre la secuencia de bases (ctaacgttaa….) el texto que contiene la información genética. Lo que mantiene unido a los dos muelles es la afinidad selectiva de “a” que se aparea con “t”, y “c” que se aparea con “g”. Este apareamiento es la clave de la replicación. Al separar dos muelles, cada uno puede construir otro.
Hasta ahora la biología sintética había conseguido bacterias que funcionan como biosensores, otras que sintetizan fármacos y fagos (virus que infectan a las bacterias).
La noticia de Nature explica que investigadores del Instituto Scripps en La Jolla (California), han desarrollado un tercer par artificial: d5SICSTP-dNaMPT. Este tercer par puede replicarse e incorporarse al ADN sin convertirse en una anomalía.
Este nuevo alfabeto ampliado permite construir genes y proteínas con componentes nunca vistos en la naturaleza. También podrían hacerse seres vivos con estas letras. La nueva bacteria creada funciona igual sin problemas con seis letras y ya se está pensando en añadir más bases artificiales al código genético. Las nuevas bases artificiales se aparean una con otra (d5SICSTP con dNaMPT) y se replican como las naturales.
Dentro de cada muelle, ADN, la información se organiza en grupos de tres letras, codones como agt o ccc. Cada codón de un gen significa un aminoácido de una proteína (una proteína tiene un rosario de 20 tipos de aminoácidos) con las 4 bases naturales se pueden formar 64 codones distintos. Al añadir dos artificiales se pueden formar 216 codones distintos, con lo que se triplica el código del ADN.
El nuevo descubrimiento permitirá, posiblemente, a la bacteria adoptar las dos bases artificiales como parte de su propio alfabeto genético. Lo que abriría un nuevo panorama en la ingeniería humana.
Por otra parte las nuevas bases se pueden transcribir como ARN. El ARN es un intermediario para fabricar proteínas. La incorporación de las nuevas bases a esta estructura abriría un nuevo campo en la bioingeniería.
El descubrimiento va ser una fuente de ingresos para los descubridores e Instituto Scripps. Si bien los productos de la naturaleza no se pueden patentar, el nuevo ADN con seis letras es artificial y se puede patentar. También puede resultar peligroso en manos de quién caiga y, sobre todo creará problemas éticos y morales sobre lo que se pueda crear, ya que los investigadores, con este par artificial, pueden conseguir formas de vida muy ajenas a los sistemas ya existentes. Vamos a poder diseñar organismos con propiedades a la carta. Organismos con más resistencia, de formas insospechadas, con propiedades increíbles… todo un mundo de seres nuevos.