Este año alcanzaremos la friolera cifra de 7.200 millones de conexiones móviles, más que habitantes en nuestro planeta. No es que cada habitante tenga un móvil, pero existen muchos que tienen varias conexiones. Si seguimos este ritmo de crecimiento en 2020 habrá 25.000 millones de aparatos conectados. Otra cifra escalofriante es el número de bytes que se almacenan en el mundo, una cifra que sobrepasa los 3.000 millones de billones de bytes de información digital. Para este problema se ha encontrado una solución en el ADN.
Almacenar y archivar la información es uno de los objetivos futuros. Al parecer es posible guardar la información de textos, imágenes y sonidos en moléculas de ADN. Es lo que proponen los científicos del Instituto Europeo de Bioinformática (IEB).
Sepamos que un gramo de ADN contiene más información que un millón de CDs. La información en el ADN se conserva durante milenios a un coste energético casi nulo. Sólo hay que tenerla en un lugar fresco, seco y oscuro. Los científicos proponen que en lugar de escribir con códigos de cero y uno, como trabajan los ordenadores actuales, se escribiría con las bases químicas del ADN: A,C,T y G.
Por ahora este descubrimiento no es rentable, sus costes no lo hacen beneficioso. Pero no se descarta en absoluto. Es un avance más en la bioinformática.