Marte siempre es consecuencia de malas noticias, sorpresas y bulos. La esperada Rueda de Prensa de la NASA del día 3 de este mes ha sido decepcionante para los que esperaban un gran descubrimiento, tal como había anunciado un portavoz de la NASA que, incluso llego a decir, que se escribiría en los libros de historia lo que se iba a anunciar. Pues bien, nada de nada. Curiosity sigue buscando compuestos orgánicos y advierte que el planeta rojo tiene una química compleja. No se ha encontrado nada espectacular.
Ahora surgirán nuevos bulos. Algunos dirán que se está ocultando un gran descubrimiento, que Curiosity había encontrado algo. ¡Seguro! Han encontrado una moneda de Marcus Marcianus, el rojo, de la I Dinastia marciana, además la moneda es de plutonio.
Desde el fallido anuncio de la NASA han aparecido falsos videos de ciudades marcianas, Ovnis, túneles secretos y bases de las SS. No cabe duda que Marte altera la imaginación. Ya en 1877 el astrónomo Lowell vio canales en la superficie del planeta rojo. Orson Wells nos asustó, a través de un programa de radio, con una invasión de marcianos. Y cada vez que Marte se acerca a la Tierra tenemos oleadas de avistamientos de Ovnis procedentes del planeta rojo.
Tras los lanzamientos de las primeras sondas, los fantasiosos vieron la oscura mano de los marcianos. La realidad es que fracasaron la Mars Observer, Mars Polar Lander, Mars Climate, Beagle-2, Spirit que se atascó en la arena, y de la japonesa Nozomi que desapareció.
De la fantasía marciana me quedó con el relato de Ray Bradbury, Crónicas marcianas. Es ciencia-ficción pero romántica, conmovedora… al fin y al cabo si escribo libros de divulgación científica es gracias a este relato y a Ray Bradbury.