El 29 de diciembre de 2012 cayó un meteorito en Sri Lanka, el MIT ha logrado recuperar sus restos y analizarlos, y la sorpresa es que es una demostración de la existencia de vida fuera de nuestro planeta. El meteorito contiene microfósiles ricos en carbono que se corresponden con algas marinas terrestres extintas hace muchos millones de años.
Nunca he dudado de la posibilidad de vida fuera de nuestro planeta. Si la vida terrestre existe en lugares tan hostiles como las profundas fosas marinas o en las balsas de ácidos de Río Tinto, también podemos encontrarla en las cuevas lunares, en grutas de Marte, entre los geisers de Encélado, en la superficie y los lagos de Titán, en los volcanes de Ío y en millones de exoplanetas.
Si hay vida ahí fuera tiende a evolucionar, como acaeció en nuestro planeta, y el final de esa evolución son seres inteligentes. Un simple cálculo de probabilidades nos lleva a la imposibilidad de no estar solos en el universo.
En nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay entre 200 o 250 mil millones de estrellas. Un cálculo modesto del 30 por ciento con planetas en su entorno nos sitúa en 60 mil millones de sistemas planetarios. La Vía Láctea es una de los 200.000 millones de galaxias – algunos astrónomos piensan que existen 500.000 millones – que existen en el universo visible. Siguiendo con ese cálculo modesto del 30 por ciento, habría en todo el universo 12.000 trillones de sistemas planetarios, 12 seguido de 21 ceros. Todos ellos con sus posibilidades de vida, aunque nada más calculemos un planeta por sistema. ¿De verdad sigue habiendo alguien que crea que estamos solos en el universo? ¿Qué no hay otras inteligencias? ¿Qué somos una especie elegida?
La vida y la vida inteligente no son fenómenos únicos de la Tierra. Se preguntará el lector qué si hay vida inteligente como no han contactado con nosotros. Las distancias son enormes y si son inteligentes para llegar hasta aquí, también lo son para valorar las consecuencias que podría tener un encuentro de este tipo. Consecuencias tecnológicas, religiosas, políticas, etc.