Sirva este post para advertir a muchos políticos de lo que no deben hacer en sus campañas electorales.
Los errores de Romney han estado, principalmente, en su mensaje. Romney no se ha dado cuenta que el mundo ha cambiado, que está en un nuevo paradigma en el que los valores de antes sólo sirven para la gente de antes, por eso no ha tenido el voto joven. Además ha realizado una campaña cuyo mensaje era obsoleto, un mensaje que consistía en atacar y desprestigiar a su oponente, y eso es algo que ya no se estila y que sólo llega a los cortos de entendederas que van a los mítines para escuchar como el candidato “mete caña” al otro candidato. Nadie del equipo de Romney le dijo que la gente inteligente ya no quiere chistes fáciles y palabrería, la gente quiere escuchar ideas, programas, proyectos, propósitos, intenciones, salidas, ilusiones…sueños. Quiere candidatos con imaginación que puedan trasladarla al poder. No candidatos con mensajes de miedo y Apocalipsis.
El mensaje de Romney ha sido racista y con desprecio a las minorías, oscuro en lo que se refiere al aborto y los anticonceptivos, indiferente a los problemas medioambientales y a la igualdad de sexo; no ha escuchado a los jóvenes ni a los universitarios; ha tenido una gran despreocupación de Europa y el apoyo a la investigación. Finalmente su alianza con el Tea Party y mormonismo han sido la puntilla. Como consecuencia ha tenido el voto de la ultraderecha, de los viejos conservadores, de los mayores de 60 años y de los patrióticos militares.
Obama por su parte con su mensaje lleno de ilusión, sueños y proyectos ha conseguido el voto de los jóvenes, las mujeres, los universitarios, los investigadores, los intelectuales, la gente de color y los latinos.