Es posible que vivamos en un universo cíclico que se va repitiendo toda la eternidad. Esta realidad dependerá de la masa exacta del bosón de Higgs.
Se han formulado muchas teorías sobre el universo en que vivimos y la clase de universo que es. Para algunos es un universo que, tras el Big Bang, se expande eternamente, una burbuja que crece, un espacio que va separando galaxias las unas de las otras. No es la única teoría, existe más teorías como la del universo mosaico, brana, paisaje, cíclico, burbuja, cuántico, holográfico e incluso simulado como el de Matrix.
El descubrimiento del bosón de Higgs sugiere a los científicos del LHC la posibilidad de que nuestro universo sea cíclico, un universo como el mencionado en los Upanisad de la India. Es decir, un universo burbuja inmerso en el llamado campo de Higgs, un campo de energía que impregna todo lo que nos rodea.
Ahora nuestro universo tiene 13.700 millones de años de antigüedad. Si es un universo cíclico, su burbuja no se ira expandiendo indefinidamente, sino que debido a su inestabilidad desaparecerá dentro de algunos miles de millones de años para dejar paso a otro universo.
Diremos, sobre los universos cíclicos, que se van repitiendo toda la eternidad. Tienen un principio, un fin, y un renacer, y ha podido haber un número infinito de ciclos previos al nuestro.
Sucede que la cosmología cíclica aumenta la entropía, y se acumula al ciclo siguiente; la entropía crece, pero la densidad de la entropía decrece. Al final de un ciclo la entropía está tan diluida que su densidad es próxima a cero.
Pero esto es solo una teoría, ya que se esperan más resultados sobre el bosón de Higgs, hay que conocer su masa con exactitud, ya que está relacionada con la estabilidad del universo. En cualquier caso el fin del ciclo es un hecho muy lejano, tan lejano que no existirá ni el Sol.