Ha estado Peter Higgs en Barcelona, en Cosmocaixa, y ha deplorado el gravísimo estado en que está la ciencia en nuestro país. Esto coincide con los recortes del Gobierno y la carta de los científicos a Rajoy. Sépase que aún no sabemos si podremos participar en varios proyectos internacionales porque el Gobierno no está dispuesto a invertir en ellos. Eso quiere decir que no hay dinero para continuar nuestra participación en el acelerador de partículas (LHC), en el gran telescopio de Chile, en el proyecto ITER, en investigaciones fundamentales de biología, computación, nanotecnología y en el programa espacial, etc.
España no ha cambiado en lo que se refiere a ciencia, seguimos con aquel “¡qué inventen otros!”. Peter Higgs, fue tajante ayer: “España ha tenido Gobiernos que no han mirado nunca por la ciencia” y advirtió sobre las consecuencias económicas de recortar en este campo.
También lamentó el nombre de “partícula de Dios” al bosón de Higgs, destacó que “crea confusión entre teología y ciencia, dos conceptos muy distintos”. Ya en mi último libro, hablo sobre este tema, y destacó que hubiera sido más afortunado llamar al bosón de Higgs, la “partícula de la vida o de la existencia”, ya que sin ella no estaríamos aquí, sin bosones de Higgs no se formarían átomos reconocibles por nosotros. Sepamos que el radio de un átomo es inversamente proporcional a la masa del electrón. Si el electrón tiene una masa nula, los átomos serían infinitamente grandes y acaecería que en un mundo sin átomos compactos sería un mundo sin reacciones químicas, sin estructuras estables como los sólidos y líquidos, un mundo en el que nosotros no habríamos aparecido porque no podríamos existir en esas condiciones inestables para la vida. El bosón Higgs dota de masa a los quarks y electrones, lo que permite nuestra existencia.