Cráter Jezero, un lugar en Marte
Hace aproximadamente un 3.600 millones de años, el sistema solar aún se consolidaba y estabilizaba las órbitas de sus cuerpos, entre impactos de asteroides y otros cuerpos. Entre esos impactos un asteroide chocó violentamente en el hemisferio Oriental de Marte, creando un cráter de entre 45, 47 o 49 kilómetros de diámetro. (Para darnos una idea comparativa, el cráter Barringer o “Meteor cráter” de Estados Unidos, tiene un diámetro de 1.186 metros y sólo 50.000 años de existencia).
Durante muchos años los geólogos, vulcanólogos, ingenieros, analistas de imágenes y astrónomos planetarios, estuvieron decidiendo, entre 28 lugares, el objetivo para depositar el rover Perseverance. Finalmente el cráter Jezero (18,38º – 77, 58ª) fue el afortunado.
El cráter Jezero, ubicado en la zona marciana de Nili Fossae, estuvo cubierto por agua hace miles de millones de años, hasta que el agua escapó del circo por dos desembocaduras, oeste y norte, creando valles salida e incluso un delta claramente visible hoy. Jezero tiene en la actualidad un lecho de sedimentos lacustres arcillosos, lugar ideal para la existencia de restos bioquímicos microbianos.
El 18 de febrero próximo, tras la entrada en Marte en esos “siete minutos de terror”, el rover Perseverance será depositado en la superficie del planeta rojo, y a la vez un mini-helicóptero, bautizado con el nombre de Ingenuity, realizará los primeros vuelos por el cráter Jezero.
El coste de esta misión es más o menos igual que otras misiones parecidas, unos 2.100 millones $. Es de gran importancia, para la NASA y también para ULA (cohete Alliance V), que esta misión no fracase, ya que con la llegada de Biden a la presidencia de EE.UU, todos son conscientes de su poco interés por la conquista del espacio y que sus intenciones son reducir los gastos de la Agencia. Recordemos que la reciente dimisión del director de la NASA se produjo por las diferencias entre él y Biden.