El oscuro futuro que viene

marzo 11th, 2018

EL OSCURO FUTURO QUE VIENE

 

Veo un futuro poco optimista. Es evidente que al investigar en el campo de la prospectiva, tengo más información que otros ciudadanos de lo que se avecina. Y lo he dicho en otras ocasiones: un pesimista es un optimista con más información.

Veo que el clima está cambiando y que en el futuro ya no será como en los últimos decenios. Y pese a que el hombre tiene una incidencia en ese cambio, hay factores más importantes de los que no somos responsables. Solo tenemos que mirar hacia atrás en el tiempo y veremos cambios radicales en la Tierra.  Algunos próximos, en el medioevo, en la época de los primeros homo Homos sapiens y en otros tiempos. A veces estos cambios climatológicos se han producido por erupciones de mega-volcanes, por ligeros cambios en el eje de la Tierra o su polaridad, por alineaciones estelares u otras causas. Quiero decir con esto que no es necesario el impacto de un asteroide para llevarnos a una catástrofe. El simple deshielo del polo Norte, puede ocasionar cambios en “el Niño” que transformarían las corrientes de agua y afectarían la climatología de la costa americana y europea.

Veo como los climatólogos advierten que el clima va a empeorar. No tendremos más huracanes, pero los existentes serán más fuertes. Las olas cada vez de mayor tamaño, los inviernos más crudos y los veranos más calurosos y secos. El mar se comerá las costas. Y los terremotos serán más destructivos, principalmente porque hemos construido nuestras ciudades encima de fallas.

Veo que una de las necesidades del hombre de los próximos decenios, va a ser el preparar ejércitos de salvamentos: bomberos, submarinistas, hospitales de campaña, y medios para paliar los daños que produzca la propia naturaleza, con la que no se puede luchar, sin aceptar que es una batalla perdida.

Veo, al margen del clima, los cambios sociales. En solo diez años van a ser espectaculares. Nadie se imagina lo que se está investigando en los laboratorios y los cambios que va a producir en nuestra sociedad. Habrá una transformación de las costumbres, de las creencias, del concepto de la vida. Cambios que están a la vuelta de la esquina.

Veo que no son los gobiernos los que decidirán nuestro futuro, sino la poderosa industria espacial, las investigaciones biotecnológicas, la cibernética.

Veo que lo que se negocia en Davos no es un porvenir mejor para el ser humano. Lo que negocian los poderosos es cómo mantenernos en el sistema actual.

Veo que la cibernética terminará por colocarnos a todos chips subcutáneos; no para nuestra seguridad, sino para nuestro control.

Veo que con esos chipas identificativos podremos comprar, podremos negociar contratos, podremos estar localizados, podremos tener asistencia médica… podremos perdurar en el sistema que han creado y en el que nos quieren tener. Sin chips no podremos hacer nada…no estaremos en el sistema.

Veo que los ciudadanos no advierten como se está produciendo una transformación en los objetivos industriales: estamos invirtiendo millones de millones en la conquista del espacio.

Veo que no van a la cabeza las agencias de los estados – NASA, ESA, Roscosmos, Agencia China, etc. -, sino las empresas privadas, que ya se cuentan por veintenas y son las que están desarrollando vehículos para conquistar nuestro sistema planetario; empresas con grandes proyectos como SpaceX, Amazón, Blue Origen, Virgin Galactic, Bigelow, Planetary Resources, etc. Un complejo industrial que arrastra a miles de empresas que fabrican componentes, piezas o investigan en la medicina espacial.

Veo como todo ese mundo de la cohetería está cambiando la sociedad, así como los avances en la medicina consecuencia de los programas espaciales y la búsqueda de fármacos que nos hagan inmortales o super resistentes.

Veo como una élite investiga en los llamado Brain Interface Computer, la conexión hombre máquina o la transferencia de un cerebro a un avatar. La búsqueda de Calico de la inmortalidad.

Veo como todos esos objetivos son para la mejora del ser humano… pero no de todos los seres humanos. Habrá un grupo que serán “semidioses” y una minoría que estarán protegidos alrededor de esos “semidioses”. El resto de la inmensa mayoría de seres formarán parte de la sociedad de consumo, del liberalismo político, de una farsa en la que se les permitirá vivir. Mientras esos “semidioses”, resguardados  en sus bunkers o Vórtex como los de la película Zardoz, estarán protegidos por sus propios robots de inteligencia artificial.

Veo como se está germinando una nueva sociedad, sino existe ya, la de los singulares poderosos y la de la multitud embaucada, seducida en una falsa realidad en un sistema programado. Prueba de ello es que la que la brecha entre los ricos y los pobres es cada vez mayor, y en la que cada vez hay ricos más ricos y pobre más pobres.

Veo que la gran mayoría de seres humanos son  marionetas de un gran escenario en el que se creen ser libres, y  en el que creen vivir en un sistema ideal rodeados de máquinas que cada vez los aíslan más en la irrealidad y los aleja del sentido de su propia existencia.

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