A partir del día 8 hasta el día 15 de este mes empezarán a otorgarse los premios Nobel. Unos premios que se otorgan a los mejores científicos por sus descubrimientos, a aquellos que han contribuido a consolidar la paz en el mundo, entender la economía mundial y a los mejores escritores de nuestro planeta.
Se trata de unos premios destinados a aquellos descubrimientos que generan progreso en la humanidad y ayudan a entender porque estamos en este mundo.
Algunos Nobel científicos pueden carecer de aplicación inmediata, como es el caso del descubrimiento del bosón de Higgs, pero la consolidación de su presencia nos ayuda a comprender el universo en que vivimos y sus orígenes, así como a reafirmar que nuestras teorías en el modelo de física cuántica son correctas.
Personalmente apuesto por la concesión del Nobel de física al equipo ATLAS y CMS del CERN que han descubierto esta partícula. Sobre los otros premios me es más difícil realizar un pronóstico.
Creo que el Nobel debe ampliarse a otras disciplinas, como la antropología y paleontología que tanto han contribuido a perfilar nuestros orígenes; la biología (biotecnología y genética) que representa un decisivo campo de investigación y las matemáticas. También, muy especialmente es hora que se incluya la informática y la ciber tecnología. No cabe duda que Internet está transformando el mundo y que se ha convertido en el mayor espacio abierto para relacionarse, para expresarse, para transmitir conocimientos e información. Internet ha contribuido a consolidar las democracias y a extenderlas por el mundo.
Los avances en cibernética son espectaculares y tantos sus técnicos e ingenieros creo que merecen aparecer, teniendo en cuenta que es una tecnología que evolucionará de una forma extraordinaria en los campos de la computación biológica y ordenadores cuánticos. Es una disciplina espectacular con un crecimiento exponencial, que nos ha permitido construir computadoras como Sequoia (Top500.org) capaz de realizar 16.320 billones de operaciones por segundo y utilizar 1,5 millones de procesadores. Computadora sin la cual nuestro progreso científico no sería posible.