Destaca el politólogo John Gray que «se ha alcanzado un momento en que gran parte del conocimiento será preservado». Esta afirmación, de la que no dudo, es un gran peligro para la humanidad, un peligro que marcará diferencias y otorgará poder a los que dispongan de cierta información privilegiada.
Ya no se trata solo de la información bursátil privilegiada, sino la información científica en manos de ciertas élites sociales de gran poder económico. No hablo de conspiraciones, ni de sociedades secretas, hablo de una realidad presente. Facebook o cualquier otra página de Internet interactiva está facilitando una gran información sobre cada uno de nosotros, tienen nuestros perfiles económicos, comerciales e ideológicos. Saben más sobre nuestras tendencias políticas o consumistas que millones de internautas. Saben lo que nos gusta y lo que pensamos de los partidos políticos y sus líderes. Una información que les otorga cierto poder.
Pero esto no es lo más preocupante, sino ese conocimiento que no llega al ciudadano medio. Docenas de laboratorios están desarrollando investigaciones que desconocemos, trabajan en genética con el fin de alargar la vida humana. Algunos laboratorios privados como Calico de Google que está desarrollando Avatares para transferir cerebros humanos y convertir al hombre en inmortal. Calico es privado, sus beneficiarios serán sus promotores económicos. Pero hay centros de investigación que trabajan con el dinero público, como es el caso de DARPA y también llevan todo con el máximo secreto.
Seamos sinceros y admitamos que no no están diciendo la verdad sobre muchas investigaciones y muchos hechos. De la misma manera que se ocultó y se trato de tergiversar las causas del Cambio Climático por motivos económicos, existen otras realidades que nos están escaqueando en la actualidad. Y esos defensores de «secretitos» alegan que es por el bien psicológico de la humanidad.
Docenas de laboratorios disponen de medicamentos y vacunas que resolverían muchas enfermedades, pero sus accionistas prefieren primero terminar los stocks de medicamentos anteriores. Esos laboratorios trabajan en la «píldora mágica de la longevidad» – o modificación de un gen -, o desarrollo de una inteligencia superior a través de implantaciones en el cerebro, descubrimiento que con seguridad se mantendrán en secreto y servirán para beneficiar a grupos elitistas de gran poder económico.
Junjiu Huang de la universidad Sun Yatsen (Cantón) ha manipulado embriones humanos, otros laboratorios chinos están imitándolo para crear seres a la carta, replicantes como el Nexus-6 de Blade Runner, todo se lleva en gran secreto. Y aún hay mas cosas que nos ocultan, como la posible vida extraterrestre y esos avistamientos de ovnis.
Sepamos que el conocimiento no es intrínsecamente liberador, ya que da un poder al ser humano que lo posee. Y mientras el conocimiento, cuyo desarrollo pagamos todos, este en manos de unos pocos, corremos el riesgo de que nos manipulen y que una parte de la población se convierta en conejillos de indias.