El 23 de febrero de 1987, mientras medio mundo dormía y otro medio desayunaba, un flujo anómalo de neutrinos, más de los habituales, atravesaba nuestros cuerpos y la Tierra.
Una supernova había explotado en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite que acompaña a la Vía Láctea. También se detectaron los misteriosos y letales rayos gamma, origen de los procesos más violentos que acaecen en nuestro universo.
Las explosiones de rayos gamma (GRB en siglas inglesas) duran escasos segundos, pero en este breve tiempo emiten tanta energía como la que puede radiar el Sol a lo largo de toda su vida, es decir, 12.000 millones de años de radiación solar en unos segundos. Algo inconmensurablemente increíble.
En la actualidad nuestros detectores terrestres reciben una GBR al día, siempre procedente de lejanas galaxias. Una al día puede parecer mucho, siendo un fenómeno cuya frecuencia es una vez cada millón de años en una galaxia, pero hay que considerar que existen más de 200.000 millones de galaxias en el universo, tal vez el doble de la cantidad citada.
¿De donde sales estos rayos de gamma? De fenómenos muy violentos, posiblemente de explosiones de hipernovas, estrellas de neutrones o colisiones entre agujeros negros. Cualquiera de estas causas produciría radiación con abundancia de rayos gamma.
La materia en expansión también emitiría protones de muy alta energía y rayos cósmicos. Todo ello con energías que superarían el exaelectronvoltio (los 109 GeV), un millón de veces la energía que es capaz de alcanzar el LHC.
En estas explosiones monstruosas, la materia acelerada en la explosión interaccionaría entre sí y provocaría la aparición de piones, muones y neutrinos. Teóricamente estas explosiones de rayos gamma van acompañadas de emisión de neutrinos de alta energía. La llegada de cascadas de neutrinos pueden revelar una explosión con rayos cósmicos, pero su origen verdadero sigue siendo un misterio. Sólo sabemos que el exceso de rayos gamma pone en peligro nuestras vidas, y este exceso puede ser producido por la proximidad de su origen.
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