Un cóctel en Marte (A los cocteleros del futuro)
Imagínense sentado en el interior de una cúpula instalada a 21 km de altura en una de las faldas del cono del volcán Olimpia en Marte, después de haberlo escalado con un tercio del esfuerzo que les costaría alcanzar la cumbre del Everest en la Tierra. Una vista impresionante del planeta rojo, y para beber el cóctel del día: un Ray Bradbury con vodka, tomate, un pepinillo y una pequeña sombrilla de aluminio para, más teóricamente que práctico, impedir que la radiación cósmica llegue a la bebida.
Los colonos de Marte también podrán degustar una bebida alcohólica elaborada en el planeta rojo. ¿Podrán beber un whisky, vino, cerveza? No va a ser tan sencillo. Para saber que bebidas exóticas con alcohol podrán beber, tendremos que hacer un análisis del suelo marciano y descubrir que minerales oculta y que productos agrícolas podemos elaborar. Es decir, con que ingredientes contamos para realizar un cóctel o algún tipo de agua ardiente.
Las condiciones físicas en Marte son diferentes a las de la Tierra. Los cultivos que se realicen deberán crecer en el interior de estructuras presurizadas, en una agricultura hidropónica y aeropónica Y los agricultores deberán de cultivar utilizando la tierra y el agua marciana.
Afortunadamente la tierra de Marte, analizada por los rover en sus laboratorios portátiles, es rica en minerales vitales para la vida humana, tales como el magnesio, sodio, potasio, cloro. Recordemos que el potasio es una de los iones que activa los núcleos de las neuronas cerebrales para que podamos pensar, reaccionar muscularmente y realizar acciones. En la Tierra no tenemos problema de potasio (k), abunda en los plátanos y en los rabanitos. Pero en Marte tenemos pocas posibilidades de crear árboles que produzcan plátanos. Así que, cuando tengamos déficit de potasio, síntomas caracterizados por calambres, tendremos que buscarlo entre los minerales del suelo marciano y sintetizarlo en forma de comprimidos.
La empresa Budweiser está investigando la posibilidad de elaborar cerveza en Marte. La ESA puso en marcha, hace tiempo, el proyecto Melissa para preparar todo lo que necesitarían los colones marcianos para ser autosuficientes en su alimentación, y varios viticultores, uno de ellos de Lanzarote y otro de Francia, estudian la posibilidad de crear parras en el planeta rojo para elaborar vinos de denominación de origen Marte. En Lanzarote imaginan los viñedos en hoyos protegidos como se hace en esa isla. En Castilla-La Mancha, han desarrollado el proyecto “Quijote innovation”, que también considera los viñedos como algo posible en Marte: La Universidad de Wageningen ya ha logrado cultivar diez vegetales simulando la condiciones marcianas. La sorpresa es que en condiciones adecuadas podemos tener en Marte tomates, rábanos, pepinos, hierba buena, centeno, patatas y espárragos.
La posibilidad de vinos marcianos es algo que estudia un consorcio formado por SpaceX y las universidades de Burdeos y Minnesota. Sus investigaciones les han llevado a crear híbridos americanos (Vitis Viparia y Vitis Labrusca) con especies europeas (Vitis Vinifera). En Marte las cepas estarán cultivadas en hidropónicas, sobre un sustrato artificial en el que se hará circular agua dosificada con elementos nutritivos. Por supuesto la tierra marciana, removiendo unos dos centímetros de regolitos de la superficie e hiperoxidándolos, debajo de ellos hay arcilla gris que se regaría para descomponer los óxidos restantes, y todo se equilibraría con hierro, manganeso y calcio con basalto marciano pulverizado. Lo único artificial serían los nitratos. Incluso se ha pensado bautizar la primera añada de cepas rojas con el nombre del astronauta Mike Collins del Apolo 11, gran amante de los vinos.
Nuestro futuros cocteleros dispondrán para elaborar sus cócteles de zumo de tomate y de espárragos, estos últimos abundantes gracias a los suelos alcalinos marcianos. Pero es que además tenemos centeno y patatas, productos que sirven: el centeno para elaborar agua ardiente, cerveza, vodka y algún tipo de whisky; y las patatas para elaborar vodka. Incluso tenemos hielo de los casquetes polares de Marte, para presentar nuestra bebida “on the rocks marcianas”.
Tenemos todos los elementos para que la profesión de coctelero siga extendiéndose más allá de la Tierra. Podemos elaborar un coctel con zumo de tomate, vodka o whisky, incluirle un rabanito, pepino o mini coliflor, una hierba buena, una sombrilla de papel de aluminio, podemos bautizarlos con nombres tan sugerentes como: “Vértigo del Olimpus”, Marcian Whisky Sour”, “Reed Sunset”, “Spatial Stone Cooler”, etc.
Tengo que añadir que fuera de las zonas presurizadas que se construyan, las bebidas están sujetas a la menor presión de Marte que provoca que no asciendan las burbujas carbonatadas y el gas y el líquido no se separa, por lo que una cerveza solo sería espuma. También el agua de Marte tiene una mayor salinidad, aunque contra eso hay remedio. La gravedad menor que en la Tierra, no parece que vaya a influir en los bebedores marcianos según las pruebas que ha realizado la Nasa. Tenemos la ventaja que en Marte nuestro corazón bombea más despacio, al tener una gravedad inferior a la Tierra, somos más livianos, con una sangre menos pesada…en la que puede circular un poco de alcohol cada día.