¿Por qué esta polémica referente a la utilización de las células madre? Sencillamente, porque representan que podremos crear vida. Vamos por parte, explicare muy brevemente que son las células madre.
Cada célula de nuestro cuerpo contiene la información necesaria para construir nuestros órganos. Algunas células se especializan: cardiacas, del hígado, del riñón, etc.
Los problemas morales para los teocon se producen, inicialmente, en su obtención. Hay células madre embrionarias cuya obtención ocasiona la destrucción del embrión, cosa que la Iglesia católica están en contra ya que lo consideran aborto. También hay células madre adultas que se extraen de los tejidos, pero tienen limitada su capacidad de regeneración de los órganos dañados. Y, finalmente, están la iPS, que proceden de la piel tras un proceso de reprogramación pero tienen riesgo de producir tumores malignos.
Las idóneas son las embrionarias. En cardiología, el doctor Andreas Zeiher ha destacado que el autotrasplante de células madre después de un infarto aumenta la supervivencia. Ya se han realizado pruebas con animales. Y han sido prometedoras. Es la medicina regenerativa de futuro. A partir del cultivo de células madre, el Centro Riken de Biología del Desarrollo, en Kobe, ha conseguido generar ojos humanos, y está desarrollando a través de células madre todo tipo de repuestos para el ser humano, entre los que ya ha logrado un intestino.
¿Estamos al borde de crear, como en Blade Runner una raza de “replicantes”? Por su parte Craig Venter, que ya consiguió el primer genoma humano secuenciado, está intentando sintetizar una célula viva con el fin de patentarla como forma de vida. Si lo consigue, Venter será como un dios del Olimpo, habrá creado vida.
Una vez se sintetice la primera célula el próximo objetivo será un bacteria unicelular, luego pluricelular y de ahí a un organismo vivo.
¡Ahí está la gran preocupación y temor en la utilización de las células madre! De que la ciencia sea capaz de crear vida, y que en un acto inimaginable y chocante, en una ocurrencia de último momento, cree un ser más hermoso que el hombre.