Os adjunto el recorte de la entrevista que me realizaron en el Diario La Rioja.
La libertad y la lección de Gabriel Jaraba
La semana pasada estuve defendiendo en Facebook en varias ocasiones la libertad, un valor que si perdemos podemos dar por acabado nuestro espíritu explorador, investigador y creativo.
Defendí calurosamente el aborto, la libertad religiosa, la libertad de expresión y cualquier fórmula que pudiera prohibir, censurar o impedir nuestra capacidad de expresión en Twitter, Facebook o cualquier lugar de la Red. Los conservadores y meapilas del Gobierno están justificando los insultos de cuatro descerebrados para poner “orden” en la Red. Quieren imponer un nuevo “orden mundial” que les preserve de las denuncias contra los continuos abusos que cometen. La última vez que se habló de orden mundial, se restringieron muchas libertades y nos costó una guerra que aún estamos pagando.
Desde el 68 sigo fiel al lema de “Prohibido prohibir”. Antes prohibían amparándose en el poder de la cruz y la espada, ahora con tribunales escogidos por ellos mismo que dictan las leyes que les interesan.
Mi amigo Gabriel Jaraba, profesor de Ciencias de la Comunicación en la UAB, me decía un día gesticulando con las manos. Todo lo que abre es bueno, y separaba sus manos tanto como podía, como las alas de un ave libremente volando; todo lo que cierra es malo, y las juntaba como una amantis religiosa. Siempre recordaré esta sencilla explicación, y ese momento mágico en que estábamos los dos solos sentados en posición de loto en una sala del Instituto de Psicología Transpersonal de Barcelona dialogando y filosofando.
Eso me enseño que tenemos que abrirnos a todos los pensamientos e idea que aparezcan, que tenemos que ser receptivos, luego ya formularemos nuestras críticas sin son necesarias. Jamás debemos cerrarnos y dar por definitivo cualquier pensamiento, cualquier idea. Estamos en una constante evolución de tecnologías emergentes, pero también en una evolución del pensamiento humano que navega por un nuevo paradigma.
Prohibir es detener el progreso, es coartar nuestras mentes, llevarnos al oscurantismo del medioevo donde imperaba la ignorancia, los miedos y las supersticiones. Prohibir es lo que les interesa a los que están en el poder, para perpetuarse, para manejar a la población, para manejar sin testigos sus oscuros negocios y retorcidos intereses, para continuar con un sistema obsoleto. Se empieza prohibiendo a una pareja besarse en el parque y se termina quemándolos en la hoguera.
Ateos
Leo en El País del viernes 23 el artículo del escritor Franscis Spufford titulado. “Queridos ateos…”. Spufford empieza ofreciendo la pipa de la paz y termina desenterrando una trastocada hacha de guerra.
Comparto con el que ni creyentes ni no creyentes podemos demostrar, unos que existe Dios y otros que no existe. Para los primeros es cuestión de fe, para los segundos cuestión de razón. Los primeros se apoyan en la tradición religiosa y los segundos nos apoyamos en el humanismo y la ciencia.
Una discusión proselitista entre ateos y creyentes sería inútil, ninguna de los contertulios podría convencer al otro. Habló de cristianos y ateos, no de otras religiones en las que impera una intolerancia imposible de superar, y aunque me sabe mal decirlo, ante la intolerancia: intolerancia.
Creyentes y no creyentes sólo pueden sentarse a dialogar sobre los peligros que les amenazan: las sectas que se amparan en pseudo-religiones y pseudo-ciencias. Un peligro para todos aquellos infelices que caen en sus redes y que pueden ver destrozadas sus vidas por estructuras crematísticas dirigidas por líderes dignos de compartir una celda con Hannibal Lester. Creo que creyentes y no creyentes estamos de acuerdo que no podemos permitir estas manipulaciones cerebrales en los seres humanos.
Francis Spufford olvida en su artículo que los no creyentes ya son casi tantos como los creyentes cristianos. Que existen movimientos humanista y transhumanista y que si esos movimientos son verbalmente agresivos con el cristianismo, es porque se sienten atacados por la Iglesia, que aprovecha su convivencia con determinados gobiernos para imponer leyes que beneficien su poder sin considerar que, esas leyes, afectan a todos los ciudadanos, entre ellos los no creyentes. Por lo que hay que considerar quién es el agresor, y el porqué del rebote de las asociaciones ateas.
Spufford, en su artículo, es el primero en atacar a Richard Dawkins, a quién acusa de no saber nada sobre religión. Tal vez le sepa mal que Dawkins sea autor de varios bell-sellers como “El espejismo de Dios” o “El gen egoísta”, cosa que por ahora no ha conseguido su libro “Impenitente”.
Sépase que Dawkins es también líder del movimiento Transhumanista en el mundo, ganador de muchos premios científicos y fundador de la “Richard Dawkins Fundación para la Razón y la Ciencia”.
Pienso que el artículo de Spufford, “Queridos ateos…”, empieza con un título engañoso, un artilugio en el que si bien al principio es reconciliador, tiene una última columna llena de reproches y advertidas provocaciones. Nos acusa de carecer de sentimientos convincentes, de hostiles y gratuitas posturas con los creyentes, de ver la religión como una afrenta y una encubierta acusación de proselitismo antirreligioso que compara con la filatelia, donde por cierto hay sellos religiosos y ninguno antirreligioso.
He tenido amigos sacerdotes con los que se podía dialogar de religión, con los que he tenido auténticas reflexiones colmadas de interesantes y creativas conclusiones. Indudablemente con los que, por su intolerancia, no se puede dialogar, ya no han formado parte de mis amistades.
No sé con quién dialoga usted de religión, pero por todas las acusaciones que vierte, deben de ser auténticos tochos. Espero, finalmente, como destaca en la conclusión final de su artículo que su agresiva última columna no sea para esconder, con su placer, una insólita y deconocida virtud.
¡Qué se casen los curas!
Las amantes de los sacerdotes, en una carta escrita al Papa, le solicitan que derogue el celibato. Una lastra terrible que se mantiene desde el Concilio de Trento (1545-1563), donde la mujer quedó condenada por ser la causante de ese infantil relato de la serpiente y la manzana. Estoy a favor de que se casen los curas, ya se arrepentirán.
Pedro ya estaba casado, sino Marcos en el NT no hablaría de la salud de su suegra, incluso existe un manuscrito gnóstico que se titula “La hija de Pedro”. Lucas en (Lucas 8,13) destaca que “algunas mujeres acompañaban a los doce”, y en la Carta de los Corintios se señala el derecho de los apóstoles a llevar en sus viajes misionales a sus mujeres. Es muy posible que algunas de estas mujeres fueran apóstoles, ya que Pablo saluda a una mujer apóstol llamada Junias (Romanos 16.7), o mujeres profetas (Hechos 2.7).
Por otra parte vemos que las reuniones clandestinas se hacían siempre en casas de mujeres: Ninfa (Colosenses 4.15); Cloé (Corintios 1,11); Lidia (Hechos 15, 14.15.40).
Muy pocos teólogos dudan que María Magdalena no fuera la esposa de Jesús o su amante, como las amantes de los curas que firman la carta al papa Francisco. En la vida sexual de Jesús podemos leer episodios en los que todo hace sospechar que ha tenido relaciones sexuales con otras mujeres. Así en el Evangelio de Tomás, el mejor de todos los Evangelios gnósticos, una mujer llamada Salomé le dice a Jesús: “¿Quién eres tú, hombre, y de quién procedes? Has subido a mi cama y has comido en mi mesa. Yo soy tu discípula”. Me imagino que no subiría a su cama para brincar como un niño y juguetear con las almohadas.
Está claro que Jesús tenía como compañera sentimental a María Magdalena o María Magdala apellido que en hebreo significa “exaltar”. Su relación con ella suscita que los apóstoles le reprochen que la bese en la boca, en el Evangelio de Felipe leemos: “Él la amaba más que a todos sus discípulos, y la besaba frecuentemente en la boca”.
Pedro, padre de la Iglesia, es la representación del machismo, algo así como el Cañete de hoy. De la mujer de Pedro no sabemos nada, ya que es omitida por él y por los discípulos, sólo sabemos la dramática historia de su hija y el trato tan cruel que tiene con ella. María Magdalena es concreta cuando acusa a Pedro de odiar al género femenino. Se evidencia, por otra parte, que la presión que Pedro ejerce sobre María Magdalena es terrible, ya que la hace titubear. La realidad es que Pedro no puede admitir que ella sea superior a él, pero tiene que aguantar porque Jesús se lo ordena.
Podría llenar las páginas de episodios como los citados, un día hablaré de la homosexualidad en la Biblia, que también tiene tela. Ocurre que la gente tiene en casa la Biblia y, como el Quijote, son libros que nunca se han leído.
El papa haría bien en derogar el celibato, así se desfogaran los curas con sus mujeres y dejaran de perseguir a las de los otros. También aprenderán lo que es tener suegra, suegro y cuñados y compartir la fiesta de paz Navidad con toda esa corte. Y se acostumbrará a escuchar cada día, cuando salen de casa, a su mujer decir aquellos de: ¿A qué hora vendrás cariño?
Crear organismos a la carta con el adn
Tratar temas de bioingeniería es complicado y precisa, para los no doctos en la materia, la explicación de algunos conceptos para que todos podamos entender el alcance del descubrimiento que se ha realizado y ha publicado la revista Nature.
Todos los seres de la naturaleza que viven en nuestro planeta poseen en la doble hélice de su ADN un código genético de cuatro letras, “a”,”g”,”t”,”c”, las cuatro bases o nucleótidos. Este código genético natural está compuesto por dos pares de bases: el par A-T y el par G-C.
La doble hélice del ADN consiste en un muelle imbricado entre sí. A lo largo de cada muelle discurre la secuencia de bases (ctaacgttaa….) el texto que contiene la información genética. Lo que mantiene unido a los dos muelles es la afinidad selectiva de “a” que se aparea con “t”, y “c” que se aparea con “g”. Este apareamiento es la clave de la replicación. Al separar dos muelles, cada uno puede construir otro.
Hasta ahora la biología sintética había conseguido bacterias que funcionan como biosensores, otras que sintetizan fármacos y fagos (virus que infectan a las bacterias).
La noticia de Nature explica que investigadores del Instituto Scripps en La Jolla (California), han desarrollado un tercer par artificial: d5SICSTP-dNaMPT. Este tercer par puede replicarse e incorporarse al ADN sin convertirse en una anomalía.
Este nuevo alfabeto ampliado permite construir genes y proteínas con componentes nunca vistos en la naturaleza. También podrían hacerse seres vivos con estas letras. La nueva bacteria creada funciona igual sin problemas con seis letras y ya se está pensando en añadir más bases artificiales al código genético. Las nuevas bases artificiales se aparean una con otra (d5SICSTP con dNaMPT) y se replican como las naturales.
Dentro de cada muelle, ADN, la información se organiza en grupos de tres letras, codones como agt o ccc. Cada codón de un gen significa un aminoácido de una proteína (una proteína tiene un rosario de 20 tipos de aminoácidos) con las 4 bases naturales se pueden formar 64 codones distintos. Al añadir dos artificiales se pueden formar 216 codones distintos, con lo que se triplica el código del ADN.
El nuevo descubrimiento permitirá, posiblemente, a la bacteria adoptar las dos bases artificiales como parte de su propio alfabeto genético. Lo que abriría un nuevo panorama en la ingeniería humana.
Por otra parte las nuevas bases se pueden transcribir como ARN. El ARN es un intermediario para fabricar proteínas. La incorporación de las nuevas bases a esta estructura abriría un nuevo campo en la bioingeniería.
El descubrimiento va ser una fuente de ingresos para los descubridores e Instituto Scripps. Si bien los productos de la naturaleza no se pueden patentar, el nuevo ADN con seis letras es artificial y se puede patentar. También puede resultar peligroso en manos de quién caiga y, sobre todo creará problemas éticos y morales sobre lo que se pueda crear, ya que los investigadores, con este par artificial, pueden conseguir formas de vida muy ajenas a los sistemas ya existentes. Vamos a poder diseñar organismos con propiedades a la carta. Organismos con más resistencia, de formas insospechadas, con propiedades increíbles… todo un mundo de seres nuevos.