Ponga un robot en su vida

abril 14th, 2015

Ponga un robot en su vida

Justo cuando aparece “Ponga un robot en su vida”, la ONU se reúne en Ginebra para debatir el tema de los robots asesinos, los llamados Sistemas de Armas Autónoma Letales (LAWS en siglas inglesas). Las naciones quieren adelantarse al peligro de la Inteligencia Artificia (IA) y su aplicación en “armas inhumanas”. Se trata de una reunión oficial en la que participa el Comité Internacional para el Control de Robots Armados (ICRAC). La Convención sobre Armas Convencionales se enfrenta a la robótica con armas ya existentes como láseres cegadores, aviones-drones como el X47-B de EE.UU., el escudo israelí “Cúpula de Hierro” basado en robótica, o el robot SGR-1 surcoreano que patrulla la frontera de Corea del Norte.

De todos estos temas de habla en el libro “Ponga un Robot en su vida”. Robots e Inteligencia Artificial (IA) son los escenarios con los que nos enfrentamos en un futuro más cercano de lo que muchos se imaginan.

Este libro aborda ese escenario con todos sus beneficios y sus problemas, anticipándose, en muchas ocasiones, a las consecuencias que significarán estar rodeados de robots que poco a poco se van convirtiendo en más inteligentes que nosotros.

El libro inicia su recorrido en un concepto difícil de definir: la inteligencia. Un término en el que ni filósofos, psicólogos, neurofísicos o informáticos se ponen de acuerdo. Otro de los problemas que se aborda es cuándo apareció la inteligencia entre los seres humanos, y la dificultad de si un animal es o no es inteligente.

Tras estas primeras premisas se entra en la inteligencia humana en el denominado Cociente de Inteligencia, en el que vemos que tenerlo muy alto no significa un triunfo en la vida. Y es aquí cuando llega al rescate la inteligencia emocional de Goleman y todos los factores que entraña.

Planteados estos conceptos llegamos al mundo de los robots y el test de Turing. Un test que, como se explica en el libro, tiene sus pros y sus contras.

El mundo de los robots y sus aplicaciones representa una revolución exponencial. Nos enfrenta a un mundo diferente en el que el obrero se ve desplazado por la máquina que no necesita vacaciones, pagas extras, sindicatos y bajas por enfermedad. Un mundo donde los robots llegarán a auto-fabricarse y cada vez serán más inteligentes, un mundo en el que los seres humanos puede que ya no seamos útiles para los robots y decidan “prescindir” de nosotros.

El libro hace un extenso recorrido por la utilización de los robots domésticos, los robots en la conquista del espacio y en el mundo militar. Nos enfrentamos a una fase de la humanidad imparable, en la que empresas como Google han puesto toda la carne en el asador.

¿Qué nos queda a los humanos?: convertirnos en ciborgs o transferir nuestras mentes a Avatares (BIC. Brian Interface Computer). Dos alternativas que ya están en marcha en Corporaciones herméticas como CALICO y DARPA.

“Ponga un robot en su vida” es un libro que nos transporta a un futuro que ya es presente y del que no podemos escapar. Un futuro que hoy se debate en Ginebra entre los grandes especialistas de IA que temen que una máquina pueda convertirse en un criminal asesino de la humanidad.

El escenario de Isaac Asimov, “Yo robot”, se ha hecho realidad, desde el robot casi humano de “Planeta Prohibido” hasta los Avatares. El mundo de la IA ha realizado un salto imparable, un salto que nos controla como Hall en “Odisea del Espacio” o los seres sintéticos-biónicos, Ash y Bishop de “Alien”; un mundo con peligrosos replicantes como Nexus-6 de Blade Runner… un mundo donde Hannibal Lecter es un bobalicón cordero al lado de esas máquinas super-inteligentes.

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Somos minoría

marzo 26th, 2015

Tras el post “La tercera fuerza”, en la misma línea, propongo nuevas alternativas. No os limitéis a leer, empezad a colaborar.

Hemos progresado en derechos y libertad desde el momento que puedo expresar lo que voy a explicar en este artículo, aunque no estoy exento de estar más vigilado y controlado a partir de que propongo nuevas ideas.

Una parte de nuestra civilización tiene mayor libertad, mejor sanidad, mejor nivel de vida y más conocimientos. Otra parte carece de todos estos valores y nos odian por nuestra forma de pensar, nos decapitan y nos desprecian. Es un fanatismo religiosos que está llevando al islam al mismo escenario que llevo al cristianismo con las Cruzadas. Ahora las Cruzadas islámicas son sus actos terroristas en todo el mundo.

En la civilización en que vivimos los occidentales, una parte de nosotros no estamos bien, nos sentimos rodeados de ignorancia, y de cretinos que nos oprimen preocupados por nuestras inquietudes y visiones de un mundo diferente. Somos bichos raros y ya estamos cansados de modernos la lengua y aguantar sandeces.

Existe una ciudadanía que solo entienden la vida como un tránsito que hay que pasar, no entienden la vida ni tampoco hacen ningún esfuerzo por entenderla. Ven nuestras minorías con recelo, temen la profundidad de nuestra filosofía, somos científicos chalados y les resbala esa inquietud e interés que tenemos por los placeres de la mente.

Es necesaria una nueva educación, una formación para todas las edades, de lo contario la brecha entre la ciencia y la ciudadanía será cada vez mayor, y cada vez seremos más minoría entre una sociedad que nos calificara de raros, de pensadores.

Me preocupa que ser pensadores pueda convertirse en una amenaza para los cretinos que están en el poder y que no quieren que nada cambie. Me preocupa que nos opriman más, que nos frenen, que impidan que transmitamos cultura y nos aplaquen con impuestos irracionales, que nos pongan más impedimentos, que intenten regular con leyes el conocimiento.

Los que pensamos somos minoría, hay quienes no han tenido esa oportunidad y se han convertido en grandes masas supervivientes en China, el mundo árabe y Sudamérica. Seres que no son seres, son autómatas del sistema opresor que les permite, solamente, sobrevivir. Pensar ha sido y es la más peligrosa de las acciones.

Nos podemos dar por afortunados que en una parte de occidente, somos minoría y aún no somos una especie peligrosa para los que gobiernan. Esta situación nos permite ir construyendo en nuestro entorno una “sociedad de conocimiento”, con unos derechos humanos vigentes, una educación laica, neutral, sin adoctrinamientos sociales o religiosos. Algo difícil de lograr.

No esperemos que los gobiernos hagan algo por nosotros, especialmente mientras puedan ir manipulando las masas. Somos nosotros los que tenemos que luchar para poder impulsar a la raza humana hacia adelante. No van a escuchar nuestras voces, solo fingirán entendernos, porque sus preocupaciones son el poder y conseguir el voto de las masas.

Somos nosotros que debemos de unirnos: pensadores, científicos, ciudadanos con inquietudes. Tenemos medios como Internet con el que podemos comunicarnos en tiempo real con personas afines de todo el mundo y formar comunidades virtuales con ellos. Hagamos comunidades idealizadas donde exista la innovación, la apertura mental, los laboratorios de ideas.

Somos minoría pero tenemos inquietudes y algo que los partidos políticos carecen: ideologías.

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La tercera fuerza

marzo 16th, 2015

Los entrados en años de hoy, escribíamos en las paredes en Mayo del 68: “Temblad viejos porque el mundo de mañana será nuestro”. Hoy somos viejos y el mundo no es nuestro, la frase ha pasado a ser un grafiti anecdótico de una revolución que ganamos a medias.

Vivimos, los supervivientes de mayo de 68, en un mundo que no nos gusta, que no es la sociedad por la que luchamos. Pero vemos que a los jóvenes tampoco les gusta, por lo que ya tenemos ambos algo en común. Algunos jóvenes temen que su futuro sea como el monótono y aburrido presente de muchos viejos. Cavilan aquella frase de “como me ves te verás”, y no les gusta.

La realidad es que muchos viejos se sienten ancianos o mayores porque han dejado de participar en un sistema que, dígase de paso, no cuenta con ellos. Ante esta situación injusta se auto-marginan, dejan de participar y colaborar ofreciendo lo mejor que aún queda en ellos: la experiencia, el conocimiento acumulado, la sabiduría y la esperanza de cambio. Dígase de paso que no todos los “viejos” pueden aportar esta valija de viaje, pero pueden participar de otras formas con su voto y presencia ante el poder de los políticos que  no cuentan con ellos.

Personalmente me gusta hablar con los más jóvenes, participar en sus proyectos, empujarlos a luchar y dejarlos que ellos lleven las riendas del carruaje que los tiene que llevar a un futuro que espero será mejor.

Esta simbiosis jóvenes-viejos es la que nos ayuda y nos proporciona esperanza a los segundos. Es un diálogo inter-generacional que ofrece a los jóvenes experiencia y a los viejos los convierte en una Tercera Fuerza.

Si la tercera edad quiere tener una sanidad mejor, una pensión más digna, unos lugares adecuados donde pueda seguir desarrollando su intelecto, su ocio o calidad de vida, donde pueda hacer proyectos y organizar eventos, debe de transmutarse, dejar de  ser la “tercera edad” para convertirse en la “Tercera Fuerza”.

La Tercera Fuerza tiene el poder de su presencia, de su voto, de su derecho a protestar y manifestarse. Tiene el derecho a querer seguir participando en un mundo por el que ha luchado y ha ayudado a construir con sus fracasos, sus errores y sus triunfos. Porque, seamos sinceros, no lo hemos construido todo lo ideal que queríamos, teníamos muchos trepas y oportunista infiltrados en el proyecto.

La tercera edad aún no se ha percatado que es la Tercera Fuerza. Aun no intuye que tiene un gran poder, que tiene una importante presencia, que puede inclinar su voto y decidir quién quiere que le represente en las instituciones. La tercera edad desconoce el poder que tiene. No son o somos esos viejos achacosos jubilados, muchos seguimos manteniendo nuestras facultades intelectivas, seguimos creando, seguimos esforzándonos por tener más conocimientos, y seguimos compartiendo este doloroso sistema con los jóvenes que también quieren cambiarlo.

El futuro, el mañana, está marcado, quieran o no quieran los políticos, por una mayor longevidad, y eso representan importantes desafíos sociales que, esos políticos, deben de afrontar, entre esos desafíos está contar con los “retirados” para seguir construyendo el mundo. De no ser así, se  exponen que cualquier día aparezca un partido de la Tercera Fuerza, un partido que no defenderá a sus componentes desde las derechas o izquierdas, sino que lo hará en función de las necesidades de sus seguidores, y votará a aquel que le ofrezca una longevidad participativa y no una vida arrinconada.

La ley del oeste, la ley del espacio

marzo 13th, 2015

Hubo una Ley Bíblica, una Justicia del Rey y Eclesiástica en Europa, una Ley de Oeste en América, Leyes Internacionales y, ahora, precisamos una Ley del Espacio.

Pronto surgirán especialidades como astroabogacía o exoabogacia, porque los conflictos por la titularidad de terrenos en la Luna, Marte o propiedad de un asteroide van a desatarse si las naciones no firman tratados internacionales.

Existe el Tratado del Espacio Exterior, de 1967, en el que los afirmantes acuerdan que ninguna nación podrá reclamar su soberanía con respecto a ningún cuerpo celeste, pero no dice nada con respecto a que lo pueda hacer una empresa o una multinacional. ¿Por qué? Porque cuando se firmó nadie imaginaba que en la conquista del espacio iban a participar y encabezarla las empresas privadas.

Un Convenio Internacional de 1979 establece que las empresas no podrán obtener beneficios de sus explotaciones en el espacio, y prohíbe la propiedad privada en la Luna y en cuerpos celestes. Además establece que las riquezas conseguidas en el espacio deben de repartirse entre los países menos desarrollados. Es un Convenio redactado con altruismo, pero ni Estados Unidos, ni Rusia y China lo han firmado ¡Mi gozo en un pozo!

Una empresa privada puede descubrir un gran yacimiento de materiales críticos en la Luna (europio, neodimio, silicio, litio, grafeno, etc.) e instalarse en ese lugar para explotarlo, pero nada impide que al lado aterrice otra nave de la competencia y se ponga a explotar el yacimiento.

Una empresa puede traer un asteroide de grafeno y colocarlo en un punto Lagrange entre la Luna y la Tierra para poderlo explotar, pero nada impide que otro “parasito” se instale encima para perforar. Si son robots pueden llegar a luchar entre ellos.

¿De quién es una nave abandonada? ¿Tiene derecho a la mitad de la carga quién rescate a una nave averiada? ¿Es del primero que llega un asteroide? ¿Hay que modificar la ruta de navegación si otra nave está en peligro? ¿Qué explosivo se pueden utilizar en los yacimientos? ¿Ocurrirá lo mismo que en California cuando se descubrieron pepitas de oro en los ríos que convirtió un lugar paradisiaco en el salvaje Oeste?

Se plantean miles de cuestiones judiciales que hay que resolver, pero, por ahora, no parece existir ninguna prisa, parece que está jugando a ver quién llega el primero y después ya hablaremos.

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Zoltan Istvan y el Partido Transhumanista

marzo 12th, 2015

Se han producido muchos descubrimientos en 2014 que han pasado desapercibidos por la mayor parte de la sociedad. Los ciudadanos no han apreciado los grandes avances en interfaz cerebro-máquina, ni en neurotecnología ni nanotecnología, entre otras razones porque desconocen estas tecnologías emergentes que representan todo un mundo que nos lleva a una simbiosis hombre-máquina con el fin de alargar nuestras vidas en un futuro diferente.

En el año 2014 ha crecido el Movimiento Transhumanista que promueve la fusión de los seres humanos y las computadoras, y recomienda la utilización de implantes electrónicos para mejor nuestra capacidad cognitiva, la expansión de la consciencia y alargar nuestra esperanza de vida. Unos propósitos que llevaron a la aparición del Transhumanist Party y la candidatura de Zoltan Istvan a la presidencia de Estados Unidos en 2016.

Istvan aboga por la transformación y mejora del cuerpo y del cerebro humano, así como una mayor capacidad de adquirir conocimientos, mejorar la calidad de la vida y alargarla indefinidamente. Su objetivo político es que estas premisas tengan preferencia ante todo, ya que en el fondo, lo que importa son los seres humanos. Para conseguir estos objetivos transhumanistas la clave está en la tecnología y a través de esta se podría evitar las guerras y encontrar soluciones a los problemas globales de recursos, objetivos que allanarían el camino para una sociedad global centrada en el ser humano y por el ser humano. Una sociedad con más conocimientos y, en consecuencia, una mayor capacidad de adquirir más sabiduría.

Los seguidores del Movimiento Transhumanista y del Transhumanist Party desean ir más allá de la condición humana actual, superar las limitaciones naturales que nos avocan a una vida relativamente corta. Desean un mejoramiento humano. Con estos principios elementales abogan por las nuevas biotecnologías y biologías regenerativas que actúan contra el envejecimiento y la muerte.

Comparten este objetivo el CEO Ray Kurzweil de Google y fundador de la Universidad de la Singularidad en el MIT, el profesor de filosofía de Oxford Nick Bostrom y representante del Instituto para el Futuro de la Humanidad; James Martin School profesor de Oxford; Richard Dawkins con su Fundación para la Razón y La Ciencia; empresas como Google que ha creado Calico (California Life Corporation) donde se pretende transferir un cerebro humano a un “Avatar” biotecnológico. Calico también trabaja en la IA, algo que se conseguirá en menos de media docena de años, y acumula información para combatir la enfermedad y la muerte.

Es evidente que si queremos conquistar el espacio, explotar sus riquezas y conocer sus secretos, tenemos que preparar tecnológicamente (cyborg) a los futuros astronautas para que accedan a un entorno para el cuál no están constituidos físicamente. Y en la Tierra se pretende eliminar las enfermedades, algo que se puede conseguir con un buen manejo de la información, datos como los que recauda Google, sobre enfermedades, el cerebro, hábitos humanos, etc.

Este mismo mes se ha hecho público que Google invertirá 425 millones de dólares este año en tecnologías médicas para alterar el ADN y prolongar la vida. Posibles investigaciones en el campo de los telómeros. Bill Maris, un CEO de Google, destaca que “Necesitamos transformar la biología humana a través de la tecnología, controlando de esta manera el modo de vivir y morir”.

Zoltan Istvan, con el apoyo de los que tienen sus mismos criterios, se presenta para la presidencia de Estados Unidos, sus rivales son el Partido Demócrata y Republicano, dos competidores que ven como emerge el Transhumanist Party con el apoyo de la ciencia y de los ciudadanos que quieren disfrutar de una más larga vida.

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