El presente, el «aquí y ahora», es un salto cuántico del pasado al futuro.

marzo 3rd, 2017

 

El presente, el “aquí y ahora”, es un salto cuántico del pasado al futuro.

 

Pensaba que vivíamos siempre un eterno presente, un “aquí y ahora”, pero tras reflexionar, empiezo a dudar que exista el “ahora” como presente de transición entre el pasado y el futuro. El ahora ni siquiera es un instante, el “ahora” es un salto cuántico del pasado al futuro, sin necesidad de  pasar por ningún estado intermedio. En física cuántica diríamos que no podemos pensar en ese instante porque cuando lo hacemos ya es futuro.

Aunque en el espacio no existe un arriba y abajo, podemos movernos libremente hacia delante y hacia atrás, pero no en el tiempo. En el tiempo solo podemos ir hacia adelante. No podemos viajar en el tiempo. Sin embargo, la teoría general de la relatividad contempla “curvas temporales cerradas”. Elipses que empiezan en un lugar y acaban en ese mismo lugar.

No podemos viajar al pasado sin que nos enfrentemos a la paradoja de la abuela. Por ello Stephen Hawking ideo la “conjetura de la protección cronológica” que advierte que el universo conspiraría para evitar la construcción de cualquier máquina del tiempo. Creo que más que evitar la construcción de una máquina del tiempo, nos desalienta haciéndonos ver que el tiempo no existe y, por tanto, no podemos ir  hacia atrás ni hacia delante, vivimos en un presente eterno, por lo menos en nuestra mente.

Nos movemos en el tiempo del pasado al futuro; recordamos el pasado, vivimos el presente y no tenemos conocimiento directo del futuro o los posibles futuros. El tiempo ni transcurre ni fluye, el flujo del tiempo es irreal. Nada transcurre, solo se dan estados del mundo diferentes.

Tenemos la impresión del paso del tiempo, incluso hemos hechos aparatos, relojes, para calcular ese paso que es subjetivo y que es una ilusión. No envejecemos por el tiempo, envejecemos porque nos oxidamos. Nosotros avanzamos en el tiempo.

Al escribir este párrafo veo que las primeras palabras ya son el pasado. A medida que escribo, pasando de palabra en palabra, voy creando pasado y me deslizo por un presente que se interna en el futuro. El tiempo no se mueve, soy yo que me muevo en el tiempo, pero estoy siempre en un presente, en un “aquí y ahora”, que se disuelve para convertirse en un futuro-presente. Me da la impresión que me encuentro en un “paquete” del todo, donde pasado, presente y futuro, son ese todo.

 

¿Qué me dice la física ortodoxa? Me dice que la segunda ley de la termodinámica establece que la entropía siempre aumenta con el tiempo. Pero esta segunda ley es una probabilidad. Lo cierto es que a mayor entropía en un sistema, más desconocimiento tenemos.

En mecánica cuántica se describe el sistema físico por medio de la función de onda[1] que solo nos da probabilidades. Cuando efectuamos una medición cuántica decimos que a veces la función de onda colapsa un proceso que solo tiene lugar en un sentido. Pero todos los resultados posibles se dan en alguna parte del multiverso.

Tras este breve preámbulo recordatorio vayamos al “ahora”. ¿Por qué vivimos siempre en un momento concreto? Siempre estamos en un instante del presente. Cuando ese instante transcurre se convierte en futuro; cuando llegamos al instante siguiente es el futuro convertido en presente.

La mecánica cuántica  y la termodinámica dan una dirección al tiempo. El ahora no guarda una relación con la física, sino con una combinación de flechas del tiempo, relacionadas con nuestra consciencia.

Para una roca, un electrón o un cúmulo de galaxias no hay ahora, para nosotros sí porque tenemos una consciencia que piensa, que sabe que está aquí presente. El ahora, más que una cuestión de física, se convierte en una polémica filosófica. Una polémica a veces estéril, ya que depende de diferentes visiones y especialidades científicas o filosóficas de los participantes.

Lo que es indudable es que el ser humano de hace cien mil años, incluso muchos menos, no tenía ese problema con el “ahora”. Ha sido necesario que evolucionásemos, que adquiriésemos más conocimientos, que tuviésemos consciencia de nosotros mismos para darnos cuenta que vivíamos, cada uno en sí mismo, un ahora eterno.

Me pregunto si mi “ahora” será el mismo que el de la gente que me rodea. ¿Vivimos todos el mismo “ahora”? Al margen de que algunos, martilleados por el sistema social y sus problemas, no son conscientes de sí mismos, los que lo son no creo que todos perciban el tiempo de la misma manera. Para algunos leer esto se puede hacer tedioso, aburrido y largo; para otros ha sido interesante y fugaz en el tiempo, se les ha hecho corto. Pero eso son solo percepciones de cada uno, porque ese “pasado, presente y futuro” que ha transcurrido mientras leían este contenido ha sido el mismo para los dos lectores desde un observador fuera ellos, pero en sus mentes, en sus cerebros ha transcurrido más lento o más rápidamente.

Parece que concluimos que el tiempo es una percepción de nuestra consciencia, pero Einstein complicará esta percepción explicando que el tiempo transcurre más lentamente para alguien que se halla en la entrada de un rascacielos que para alguien que se encuentra en lo alto de él. El tiempo es más lento para un habitante del Polo Norte que un habitante del Ecuador. Pero es tan mínimo que pasa desapercibido en sus vidas cotidianas. En el espacio la cosa se complica más, pero hoy no entraremos en ese aspecto de la relatividad general. Ni tampoco en los viajes en el tiempo, dado que si el tiempo no existe y solo es una ilusión, tampoco podemos viajar en el tiempo o el hecho de no poder viajar en el tiempo nos demuestra que el tiempo no existe.

Es él ahora lo que me perturba, me incordia y me incomoda porque ese ahora sí que fluye, hasta el punto que o es un instante infinitamente pequeño, o el pasado salta directamente al futuro. Y si es infinitamente pequeño se convierte en una cuestión cuántica, en un cerebro cuántico del que ya he hablado otras veces para defender que somos seres cuánticos.

Imaginemos que podemos viajar en el tiempo, al pasado o al futuro, me es indiferente el lugar, porque lo que me planteo es allí, en ese pasado o futuro, nosotros estaremos en nuestro presente, seremos un “presente” en el pasado o en el futuro. Un presente no solo mental y de consciencia, sino físico, porque también estamos físicamente en el pasado o el futuro. ¿Eso perturbaría el universo? ¿Crearía un vacío en nuestros mundo presente? Creo que ambas cosas. ¿Habría en física cuántica un entrelazamiento entre esos dos presentes? ¿Si viajamos hacia el pasado nuestras moléculas adquieren la estructura que tenían en ese pasado? De ser así viajar al pasado es rejuvenecer y viajar al futuro envejecer.

Me pregunto si el cryonauta muerto que está en su capsula hibernado, está en el pasado, presente o futuro. Me pregunto dónde estoy cuando sueño, si el mundo onírico también tiene pasado, presente y futuro. Y si esos estados tienen algo que ver con el sueño lúcido.

Llego al final con la convicción de que no existe el presente, pero tampoco el pasado, ya que no lo puedo modificar, y si no puedo cambiarlo es que ya no existe, solo es un recuerdo entre el pensamiento del presente y el futuro. ¿Dónde estamos entonces? Vivimos un futuro que se va realizando continuamente, en una superposición cuántica, en un sistema que existe en una mezcla de estados. Si nos acogemos al Principio de Incertidumbre de Heisenberg y lo comparamos al dilema del ahora, nos manifestaría que nunca podremos conocer simultáneamente si estamos en el presente o en el futuro. Igual que dualidad cuántica impide observar la materia con sus dos apariencias simultáneas (onda o partícula), tampoco podemos observar si estamos en el presente o en el futuro. En el momento que observamos el presente, ya es futuro, un futuro que existe en todas las condiciones posibles, incluso las más absurdas.

El lector puede pensar que lucubro, que todo son tribulaciones, y especulaciones. Pero esto ha sido un ejercicio de pensamiento singular, algo que deberíamos practicar para adiestrar nuestras neuronas, para desarrollar sus sinapsis, para pensar en cosas más importantes que las banalidades de la vida.

[1] La onda que acompaña a toda partícula subatómica. La materia se compone de partículas puntuales, la probabilidad de encontrar la partícula la da la función de onda. Toda la mecánica cuántica está formulada en términos de estas ondas.

Comentarios desactivados en El presente, el «aquí y ahora», es un salto cuántico del pasado al futuro.

Un mes de mandato de Trump

febrero 20th, 2017

Si no fuera porque las decisiones de Donald Trump afectan a todo el mundo, no me embarcaría a hablar de un personaje tan peculiar. Es un multimillonario acostumbrado a hacer todo lo que se le antoja en su vida, ahora con la vida de los demás. Como la vieja guardia de los millonarios, los jóvenes millonarios de Silicon Valley  son diferentes, es prepotente y demagogo. Pero, además, Donald Trump tiene una gran habilidad en hacer encabronar a la gente, lo que producirá que todos los que lo rodean terminen con úlcera de estómago. No puedo opinar sobre el porque no lo conozco personalmente, solo tengo la información de los demás que insisten en que su comportamiento debería haber sido, hace mucho tiempo, tema de estudio de la psiquiatría.

En apenas un mes de mandato ha hecho estragos en la administración del país más poderoso del mundo. Ha destituido al fiscal general, ha hecho dimitir al Consejero de seguridad Nacional; mantiene una bronca de competencias con los poderosos servicios de inteligencia; a ordenado la construcción de un muro o barrera con México, ha roto los acuerdos comerciales con Europa de la que ha dicho que le da igual que se hunda; tiene broncas con Google, Apple, Facebook, a los que limitaría su libertad si pudiera; con su carácter prepotente ha ofendido a China, México y Australia; ha prohibido la entrada de ciertos musulmanes de algunos países de Oriente Medio; tiene broncas diarias con la Prensa y TV de su país. Solo mima a Wall Street, anunciando desregulaciones que harán a los ricos más ricos y a los pobres más pobres; y a los bancos cuya principal seducción es el dinero. A pesar que no ha hecho el servicio militar, Trump tiene simpatía por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, cuyo presupuesto es de unos 600.000 millones de dólares (China 216.000 millones; Rusia 84.000 millones; Francia 62.000 millones).

El panorama no es muy alentador. Temo que Trump no respete los compromisos medioambientales, tampoco parece que le interese muchos el progreso científico. Por sus comentarios Europa no le importa mucho, tal vez porque es la cuna de la cultura y la filosofía. No se sabe que piensa sobre los proyectos de la NASA, donde le mundo se juega salir del oscurantismo que aún colea.

¿Como ha conseguido ganar las elecciones Trump? Destacan los expertos que ha sido con un populismo de derechas que le ha otorgado su voto. Creo que Trump se ha presentado como un salvador a los olvidados ciudadanos de la América profunda. Aquellos que creen que la fuerza es mejor que la inteligencia, aquellos que disparan primero y preguntan después, aquellos que no están dispuestos a dialogar porque las cosas se arreglan con los puños. Desengañémonos a Trump le han votado los  vaqueros, los cowboys, los poderosos rancheros, los rangers y los marines, los machistas y todos los que se creen poseedores de la verdad y están convencidos que tienen respuestas acertadas para todo. Generalmente personas que aún se encuentran en el oscurantismo medieval con sus supersticiones, ritos, mitos y leyendas.

Cuando interesado por saber quién había votado a Mariano Rajoy y el PP, descubrí en las estadísticas del INE que había salido con el voto de la España profunda, el centro del país, que lo habían  votado mayoritariamente la gente entrada en años y sin apenas estudios. Una población conservadora, con miedos, con supersticiones, con profundas creencias religiosas, con una moral desfasada, muy temerosa de los cambios, y con la idea de que el progreso lo «carga el diablo». Sirva la similitud con la América profunda. El populismo, aquí y en América, de izquierdas o drechas, vota a su imagen y semejanza.

Existe un punto de interés que nos afecta a todos, es la actitud y formas que Trump emplee en la lucha, más bien diría guerra, que se mantiene con el yihadismo.  Me preocupa las actitudes bravuconas y amenazantes de Trump, ya que esta no es una lucha que se ganará aireando los triunfos, es una lucha que realiza en silencio, sin propaganda,  sin palmarés…aspectos muy difíciles de controlar en una personalidad como la  de Trump.  Es una guerra en la que priva la labor de los Servicios de Inteligencia, con los que Trump no se lleva muy bien.

Una web de mi amigo Gabriel Jaraba, profesor de Ciencias de la Información en la Universidad de  Barcelona, insistía en la necesidad de seguir estudiando después de la jubilación, de hacer cosas interesantes, de seguir transmitiendo nuestros conocimientos y aprender nuevos.  Tenemos ese doble deber de seguir inculcando conocimientos, de abrir los ojos a todo el mundo que podamos para que vean otro mundo diferente al que nos quieren condicionar, para que desarrollen un pensamiento singular, para que creen sus propios escenarios hipotéticos del mundo que viene.

El lema de que cada generación sería más prospera que la anterior se ha convertido  en una utopía que comenzó un 11 de septiembre con la destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York. Ahí se inició el error del nuevo orden mundial, de la invasión de Irak por supuesta posesión de armas de destrucción masiva, de los engaños a los ciudadanos, del fraude de los políticos, de la recesión económica, de los bancos despojados, etc.  Cada día la población está más confusa, más sumida en la ignorancia, así vota lo que vota. Tenemos la obligación de seguir luchando para que la gente tengan ideas claras, y para ello hay que convertir esas idea  en lo más interesantes posibles. No solo hay que dialogar con los que quieren aprender y conocer, sino con los que disienten y comprender sus razones.

 

 

 

 

 

 

Comentarios desactivados en Un mes de mandato de Trump

Seremos nómadas del espacio.

febrero 9th, 2017

Ninguna civilización perdura eternamente. Todos los grandes imperios – inca, griego, egipcio, asirio, romano, etc. -, tuvieron su esplendor y su ocaso, desapareciendo por circunstancias históricas  debidas a decadencias, invasiones, enfermedades o cambios ideológicos. Cabe pensar con toda certitud que nuestra civilización Occidental actual tendrá, tarde o temprano, un final inevitable.

Nuestro planeta, como todos los cuerpos del espacio, cambia, se transforma afectado por el envejecimiento del Sol y de una forma más brusca por otros fenómenos, internos y externos. Cambios y fenómenos que afectan a las diferentes formas de vida provocando  su extinción, adaptación o transformación. Cuando digo diferentes formas de vida incluyo la nuestra.

El final de la Tierra puede ser por causas muy distintas a la caída de los imperio antes citados. Nuestra final puede acaecer por un cambio climático brusco que envuelva la superficie terrestre de hielo y terribles temperaturas baja; o un cambio de extremo calor que evapore el agua y nos lleve a una situación insostenible. Otro escenario muy real es la erupción o explosión de un super volcán, como sería el caso de Yellowstone, un suceso que afectaría a la vida de toda la humanidad. Tenemos escenarios con antecedentes relativamente cercanos en el tiempo, como las  glaciaciones o la inversión de los polos magnéticos, algo que ya sucedió hace 680.100 años y parece que es cíclico. Un suceso como este último inutilizaría toda nuestra civilización tecnológica. Existen otros sucesos más populares y posibles, algunos con grandes posibilidades, como son el impacto de un asteroide, la explosión de una estrella nova cercana o la simple autodestrucción humana por una guerra nuclear o bacteriológica.

En cualquiera de estos sucesos, lo único que puede quedar de testimonio de nuestra civilización, serían unos pocos habitantes que escapasen a bordo de grandes naves autosuficientes y se convirtiesen en nómadas del espacio. Un destino que está marcado suponiendo que, cuando suceda esas posibles apocalipsis,  estemos lo suficiente avanzados para desarrollar esas naves de Noé, que nos permitan sobrevivir en el espacio.

Apoyándome en la tesis de que no estamos solos en el Universo, y que ha habido, hay y habrá vida en otros sistemas estelares, amplio este escenario hipotético.

Cuando, tarde o temprano, seamos nómadas del espacio, contactaremos con otros seres provenientes de otros planetas que también han llegado a su fin, ya que todos los planetas tiene un final, irremediablemente marcado por la vejez de la estrella en que orbitaban.

No estoy haciendo ciencia-ficción, elaboro un escenario hipotético que no es tan incierto, ya que todos los astros están condenados a un final caótico y, por tanto, si estaban habitados con civilizaciones tecnológicamente avanzadas, también habrán huido al espacio convirtiéndose en nómadas espaciales.

Me aventuro a especular que si esos «objetos volantes no identificados» que tantos testigos han visto, grabado o fotografiados, son reales, es decir, con seres extraterrestres en su interior, es muy posible que carezcan de planeta, que sean viajeros nómadas que van visitando los lugares que aún tienen opciones de vida.  Serán seres que no se asientan en ningún lugar porque su constitución fisiológica no se lo permite, ya que es muy difícil encontrar un planeta con los mismos parámetros. Además estarán habituados a la vida en el espacio, a observar otras civilizaciones, y hasta es posible que sepan cuál será nuestra final, de que forma y cuándo.

Ahora comprendo a Stephen Hawking cuando insiste en la necesidad de viajar a otros planetas, cuando habla de la posibilidad de un final cercano de la Tierra, del peligro que eso entraña para los terrestres. Ahora comprendo a esos emprendedores y millonarios de Silicon Valey con sus prisas en construir naves para colonizar o explorar otros mundos…. están preparando una salida para ellos y otros escogidos. Esos viajeros se convertirán, dentro de miles de años, en descendientes de una civilización que hubo en la Tierra. Serán una especie de Tuaregs del desierto del Sahara, los llamados «hombres azules» que cuando se les pregunta por su origen, te aseguran que descienden de la princesa Tin Hinam, enterrada en  Abalesa, y cuya leyenda destaca que engendró a los más nobles de los Tuareg con los dioses venidos del cielo.

Comentarios desactivados en Seremos nómadas del espacio.

¿Por que no desmantelamos las centrales nucleares?

febrero 8th, 2017

Ahora que en Francia se habla de desmantelar todo su parque de centrales nucleares, España se lanza a alargar la vida del funcionamiento de las centrales. Así Garoña, va a disponer de autorización del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para operar hasta el 2031. Y lo va a realizar sin que se hayan hecho las inversiones necesarias para su renovación, una serie de obras que afecta al tratamiento de gases de reserva y cambio en el sistema eléctrico. Seamos sinceros y digamos que es una central muy vieja, que requiere el cambio de muchas piezas para seguir operando., que es peligrosa por su edad y los achaques que puede tener; garoña ya ha sobrepasado los 40 años de vida de todas las centrales. Y lo digo con cierto cariño ya que estuve tres días en sus instalaciones, vi el reactor, me puse los trajes especiales para andar cerca de la piscinas y, me pusieron por las nubes la seguridad que ofrecían sus tres líneas de contención (las centrales modernas tienen 6 y 7 o más).

Su puesta en marcha – Garoña está parada desde 2012 – originará que otras centrales quieran también prolongar su vida. Es el caso de Almazar, con dos reactores, y un permiso para operar hasta 2017, que quiere prolongar hasta el 2020. Almazar tiene su piscina al 90% de residuos radiactivos, y está construyendo un almacén que ha hecho poner los pelos de punta a nuestros vecinos lusos que sólo están a cien kilómetros.

Francia también tiene problemas con sus centrales nucleares de las que se solicita su desmantelación. Cuatro las tiene paradas por averías graves; diez deben pasar inspección; seis están para desmantelar en una fecha aún no señalada. Y la nueva central tipo EPR (tendría una duración de vida de 60 años, en vez de los 40 actuales), se han descubierto anomalías en la fabricación de sus piezas. Un reactor nuclear debe de regirse por la máxima seguridad, especialmente cuando cuesta 10.000 millones de euros. Pues bien, este reactor con un sistema que evita la fusión del corazón nuclear y sus estructuras impiden la fuga masiva de radiactividad, y que suministraría electricidad a 1.500.000 de personas; ha presentado anomalías en la composición del acero del fondo de la cuba del reactor. En el lugar más crítico de su estructura. Algo impensable.

A todo esto hay que añadir que las centrales nucleares, igual que los aviones con sus recambios cada número señalado de horas, tienen cada determinados años cambiar determinadas piezas, algo que es muy costoso, y también se enfrentan al «gran Carenage» que significa desmantelar casi todo y volver a montar, algo terriblemente costoso económicamente.

Y aquí llegamos al «quid» de la cuestión, y es que los Gobiernos prefieren alargar la vida de las centrales antes de desmantelarlas, así pasan el problema a Gobierno siguiente. Esto origina que el CSN haga la vista gorda a ciertas inversiones en cambios que no se realizan, como el caso de Garoña. Lo que no quieren enfrentarse los Gobiernos es a desmantelar, ya que hoy por hoy es casi más caro desmantelar que hacer una nueva. Desmantelar significa la utilización de robots para cortar y transportar las piezas radiactivas, significa construir un confinamiento, un sarcófago seguro que ha de vigilarse de robos durante los próximos cien años. Destacar que el sarcófago de la central nuclear de Chernóbil ha costado 1500 millones de euros.

Quiero recordar brevemente que el accidente de Three Mile Island, en 1979, costó 975 millones de dólares; que Chernobil representó la evacuación de 135.000 personas, 155.000 kilómetros cuadrados afectados, e innumerables personas afectadas por enfermedades causadas por la radiactividad. Que la tragedia de Japón aún no ha terminado y se lucha para evitar que empeoré y, los más grave de Fukushima es que el combustible, uranio sólido, ha perforado la base de la cuba y el núcleo se encuentra en alguna parte bajo el suelo de la central.

Así y todo, a excepción de Francia, nadie se lanza a cambiar la política energética y utilizar los rayos del Sol, el viento, las mareas y oleajes. Y cientos de formas nuevas de producción de energía sin peligros que nos ocultarán para no afectar a las poderosas multinacionales del mercado energético.

 

Comentarios desactivados en ¿Por que no desmantelamos las centrales nucleares?

Las números dos de la CIA y el CNI, y la número uno del MI5

febrero 4th, 2017

Donald Trum ha nombrado como número dos de la CIA a Gina Haspel, una mujer. Parece un gran notición, una mujer casi al frente de la CIA. Aquí en Europa las mujeres casi mandan en los Servicios de Inteligencia.

El famoso personaje «M» de las películas de James Bond, el jefe supremo del MI5, fue una mujer desde el año 2002 al 2007, circunstancia que ya recogieron las películas de 007, y quién sabe si en el futuro «Q» será una mujer que proveerá de ingeniosos aparatos a los agentes. Existen rumores que «Q» ya es en realidad una mujer, por lo que le quedan contados los días a actor John Cleese.

Como he explicado el MI5, con sede en Thames House desde 1995 y responsable del contra-espionaje, tuvo como jefa a Elice Manningham-Buller, Y el MI6, responsable de espionaje en el mundo, también dependió de una mujer: la Primera Ministra Theresa May.

En Israel, de  todos es sabido que el MOSSAD no movía un dedo sin el visto bueno de Golda Meyer. Y Margaret Thatcher ordeno al MI5 que espiase a los mineros que la amenazaban con huelgas y a los argentinos que habían tomado prestadas las Malvinas en un alarde terapéutico y psicológico.

Hoy las mujeres al mando de los Servicios de Inteligencia están de moda. Tabloides como The Times ofrecen anuncios de trabajo que tratan de reclutar jóvenes o maduras que quieran trabajar en los Servicios de Inteligencia. Abstenerse bellas chicas Bond, las candidatas tienen que estar licenciadas en un par de carreras, dominar unos cuantos idiomas, y supera un test de IQ bastante peliagudo, la belleza no cuenta, no es un festival de Misses. Ahora no importa pertenecer a una minoría étnica, no porque los Servicios de Inteligencia ingleses hayan superado sus prejuicios raciales, sino porque se quiere esa variedad étnica para poderla infiltrar mejor en los colectivos de características raciales a los que hay que vigilar.

¿Y en España, cómo lo tenemos? En España el poder de la información pasa por dos mujeres de las que hablaremos seguidamente. El CNI pasó a depender en diciembre de 2011 de la vicepresidencia del Gobierno, es decir de Soraya Sáenz de Santamaria (por sus iniciales la triple S), que además es la número dos del PP. Así el CNI dejó de estar adscrito al Ministerio de Defensa y paso al Ministerio de Presidencia. SSS se convertía en la mujer mejor informada del Gobierno….y del PP.

El cargo que ostenta SSS ha sido ambicionado por otras dos mujeres como su más oscuro deseo: Dolores de Cospedal y Esperanza Aguirre, esta última aficionada a los temas de espionaje en la Comunidad de Madrid. Es posible que también ambicionase el cargo Alicia Sánches Camacho, experta en cenas con Jarrones-escucha.

Pocos saben, ademas, que el CNI tiene, orgánicamente, como la número dos a una mujer, Beatriz Méndez de Vigo, secretaria general del CNI, hermana del Ministro de Educación y Cultura, y a la vez portavoz, que tiene otro hermano, el coronel Pedro Méndez de Vigo en el gabinete técnico del Secretario de Estado de Defensa. Toda una familia de militares y aristócratas, en la que también tenemos al hermano de la mujer del Ministro, aquel ultraderechista que atacó con otros la Sede de la Generalitat de Catalunya en Madrid.

Beatriz Méndez de Vigo, como he dicho secretaria general del CNI, es una mujer de 57 años, licenciada en Derecho que se incorporó a «La Casa» (nombre como se conoce en la jerga al CNI) en 1983 como analista, siendo hoy una de las mujeres más poderosa y con más información de España. , Así que Mr. Donald Trump, ha llegado tarde, las hay mucho más antiguas que Gina Haspel.

 

 

Comentarios desactivados en Las números dos de la CIA y el CNI, y la número uno del MI5