Lanzamiento telescopio TESS

abril 15th, 2018

Tess: Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito.

 

Un Falcón 9 FT de SpaceX  lanzará desde la rampa SLC-40 Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral(Florida) el satélite de observación científica Tess, uno de los lanzamientos más importantes y delicados que ha realizado SpaceX.

La misión del Tess es detectar exoplanetas en una zona de búsqueda de hasta 300 años luz de distancia, cubriendo un área del cielo 350 veces más grande que el área de búsqueda del Kepler, que ya ha descubierto 2.600 exoplanetas.

La metodología de búsqueda del Tess es parecida a la del Kepler, que consiste en advertir el descenso de brillo de una estrella cuando un exoplaneta pasa por delante de ella. Analizando los datos del Tess se puede terminar el tamaño y la órbita de exoplaneta, datos que servirán para la misión Webb,  lanzamiento del mayor telescopio puesto en órbita que está  prevista para finales de este año o primeros del próximo.

Con los datos suministrados por la misión Tess, el telescopio James Webb, medirá los espectros de luz de la atmósfera de los exoplanetas y determinará la posibilidad de vida en ellos.

El Tess lanzado, pesa 362 kilos, mide 1,5 metros de largo y 1,2 de ancho. Lleva una antena para transmitir los datos a la Tierra; está recubierto de una cubierta térmica y parasol para protegerlo del calor del Sol, ya que sus instrumentos tienen que mantenerse estables a una temperatura de – 75ºC; lleva cuatro cámaras iguales, con un gran angular de 24º por 24º cada una, así como un conjunto de lentes con siete elementos y sensores; sus paneles solares producen 415 W de electricidad; también lleva un ordenador a bordo para procesar imágenes y almacenarlas en dos tarjetas de 192 GB.

No entrará en actividad hasta dentro de dos meses, ya que debe amoldarse a una órbita muy estable y elíptica de gran visión y poca radiación. Tess girará alrededor de la Tierra en 13,7 días, con una proximidad mínima de 108.000 Km y máxima de 373.000 Km. Cuando esté en su mayor proximidad a la Tierra transmitirá los datos acumulados. Tess trabajará desde una órbita alta que no se ha utilizado nunca, lo que le permite, entre otros aspectos, tener una vista despejada y evitar que la luz solar incida en sus cámaras. El primer año de su misión cubrirá el hemisferio sur celeste, y en el segundo año el hemisferio norte. Recordemos que hacia el sur está el centro de la galaxia, mientras que al norte vemos el brazo exterior de la galaxia.

[Estos datos han sido recogidos de Heavens Abore, Sondasespaciales.com, InfoSonda, Discovery & New Frontiers y Spaceflight101.com, Nasa-Launch, ESA, Space.com, Actualidart y Sputni

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El peligroso encontronazo craneal en el futbol

abril 14th, 2018

El peligroso encontronazo craneal en el fútbol

Si, voy a hablar de fútbol, aunque todos conocen mi desapasionamiento por este deporte del que solo he jugado en un futbolín, lo mío fue el judo, la espeleología y la aviación. El deporte es algo necesario, pero su práctica implica riesgos, y una de las partes más expuestas es el cerebro, siempre sometido al peligro de la conmoción cerebral.

Muchos deportes incluyen la incorporación del casco protector, como son las carreras de coches, motos, ciclismo, fútbol americano, etc. Otras prescinde del casco, entre ellas el fútbol del que voy a hablar, no sin antes destacar la brutalidad que significan los golpes del boxeo cuyas consecuencias dejan “tocados” a todos los boxeadores en lo que profesionalmente se denomina “demencia pugilística”, y que genera enfermedades neurodegenerativas.

Parte de los jóvenes de la familia que me rodea, tanto mujeres como hombres, juegan profesionalmente al fútbol, motivo que me ha llevado a escribir este artículo que no pretende otros objetivos que mostrar que pasa en el cerebro cuando la cabeza de un jugador impacta contra la del otro, y que debemos de tener en cuenta.

Cuando se produce el choque de cabezas el cerebro se ve proyectado contra la parte delantera de la caja craneal, y seguidamente contra la parte trasera de esta misma caja, en lo que se denomina contra-golpe. Estos violentos movimientos perjudican a las neuronas perturbando su funcionamiento. Debido al golpe los iones de calcio o potasio que activan los núcleos de las neuronas para realizar actividades (pensar, hablar, moverse, etc.) invaden las neuronas y producen un desequilibrio químico. Los iones de potasio se escapan de las neuronas. Se produce la conmoción.

Los jugadores parecen recuperarse en unos pocos minutos, pero esto no es así, como explica el neuro-psicólogo Dave Ellemberg de la Universidad de Montreal. Por pequeño que sea el golpe, el cerebro precisara un mínimo de diez días para volver a la normalidad. Estamos hablando de golpes en los que el jugador cae aturdido al suelo y no pierde la consciencia. Estos pequeños encontronazos afectan más a los jugadores adolescentes, ya que su cerebro está en plena maduración.

Los jugadores no dan importancia a estos golpes, y los entrenadores o asistentes sanitarios, si no hay pérdida de conocimiento tampoco. La realidad es que siempre se debería realizar un examen de neuroimagen, como demuestran las estadísticas. Cifras comparativas llevan a calcular que entre un 5% y un 10% de los deportistas sufren una conmoción cerebral en su vida. En el fútbol el riesgo es de un 16%. La mitad de los encontronazos se producen entre adolescentes menores de 15 años; un 29% entre los que tienen más de 16 años y menos de 19.

Se sabe que de cada diez jugadores que sufren este tipo de choque solo un pierde el conocimiento, el resto no se da cuenta que ha sufrido una conmoción cerebral y continuará, con gran riesgo, jugando el partido, por lo que se exponen a sufrir un desmayo o consecuencias traumáticas que pueden afectar a su vida social en el futuro.

Los tratamientos es algo que se debe dejar en manos de los profesionales en este tipo de especialidad de la medicina, ya que dependerán de la zona del cerebro afectada y que se detectará a través de neuroimagen (imagen por resonancia magnética, IRM), capaz de revelar el grado de desorganización de fibras de la sustancia blanca. No nos engañemos los daños pueden ser irreversibles y entrañar enfermedades neurodegenerativas análogas al Parkinson o a la de Creutzfeldt-Jacob.

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Nos espían desde el cielo

abril 11th, 2018

 

 

Nos espían desde el cielo.

 

Ya no son sólo las naciones las que utilizan los satélites espías para vigiar y realizar reconocimientos, las empresas privadas han entrado en el sector pisando fuerte.

La presencia de las empresas privadas era algo previsible, ya que han visto los grandes beneficios que la información espacial depara. Antes de entrar en las posibilidades de negocio a través de los satélites espías daré algunos datos del  sector, con el fin de convencer a los escépticos que el futuro es el espacio.

Hoy el sector espacial mueve unos 500.000 millones de dólares, se prevé que antes de 25 años esa cifra ascienda a 2 o 3 billones de dólares. La extracción de minerales en el espacio y su habitabilidad manejara 2,3 billones de euros antes de tres décadas.

Los satélites espías de simple observación o de comunicación de la industria privada, un CubeSats, solo cuestan 5 millones. El 59% de los aparatos lanzados son misiones comerciales, el 23% civiles y sólo un 5% militares. Podemos decir de los pequeños satélites que 1 % son de comunicaciones, un 8% científicos, un 18% tecnológicos y 73 de observación “espionaje industrial”.

Uno de los sectores privados que ha olido los beneficios del sector espacial, son las Compañías de seguros, entre ellas Aviación y Espacio de Mapfre Global Risks.

Sepamos que ya se ha elaborado una lista de asteroides con sus posibilidades mineras. Un asteroide de 500 metros de diámetro rico en platino puede estar valorado en 2,3 billones de euros. Por ejemplo se han tasado los metales del asteroide Psyche en 10 cuatrillones de dólares y se está preparando una misión conjunta NASA/empresas privadas, para llegar lo antes posible a este pedrusco de la fortuna.

Cuando escribo estas líneas tengo delante de mí  un grueso dossier de Proyectos Mineros Propuestos, basado en datos de Asterank en los que esta Compañía privada ofrece a la venta la información de una lista de asteroides (con sus parámetros financieros y técnicos) que son considerados como los mejores objetivos a razón de costo-beneficio. Solo citaré un asteroide denominado Anteros que tiene un valor estimado de 5.570.000.000.000 dólares y que una vez descontado los gastos de cohetes, transporte y extracción, la ganancia se estiman en 1.250.000.000.000 dólares, y he elegido uno de los cuerpos cuya composición no es oro, ni platino, ni piedras preciosas; simplemente silicato de magnesio, aluminio y silicato de hierro. La lista en la que están Ryugu, Nereus, Didymos y muchos más es como El Dorado del espacio.

Por otra parte no será necesario traer los minerales a la Tierra, muchos estarán destinados a la construcción de estaciones, grandes naves y colonias espaciales.

Bill Gates, a través de la empresa Kymetal, también ha registrado la información de un gran número de asteroides, de los cuales he tenido acceso a los 50  más rentables algunos con valores por encima de los 80.000 millones. En ellos se puede encontrar níquel, hierro, cobalto, nitrógeno, platino, metales exóticos, piedras preciosas, coltán, tántalo, grafeno, etc.

Toda esta información, en la que se incluye órbitas, masas, fechas de mayor proximidad, etc., se han obtenido con satélites de observación. Se puede decir que, a grandes rasgos existen tres tipos de satélites espías: de observación u ópticos, electrónicos o de escucha, y los equipados con radar.

Los de observación militar están equipados con telescopios más potentes que el Hubble o Spitzer que les garantiza una resolución de 2,4 cm, desde 550 km de altura. Algunos llevan softwares muy sofisticados que analizan parte de lo que están observando.

Citaré algunos ejemplos de cómo obtienen beneficios con la simple observación desde el espacio. Así, conocer en qué zona hay muchos petroleros permite saber que allí va a caer el precio del petróleo por la gran oferta que hay. La observación permite informar a Compañías Navieras de la situación de los bancos de pesca y asegurar su pesca, la cantidad y cómo irán los precios de venta en las lonjas, así como sus repercusiones monetarias en la venta y en las acciones de la bolsa. Conocer que cosechas van a ser productivas sirve para concretar con antelación los contratos de compra o venta, pagando más o menos dependiendo de la oferta o escasez. Pasará igual con las reses y el ganado en general. La nieve en las estaciones de esquí y el caudal de los pantanos repercuten en las eléctricas, igual que saber los paros que tienen las centrales nucleares. Conocer la falta de agua representa abastecer desde otros lugares, lo que influye en el precio del mercado.

Los satélites dotados de infrarrojos son capaces de detectar la actividad de motores de las fábricas, incluso bajo tierra, lo que permite saber las horas que han trabajado y la producción que pueden realizar de determinados productos. Una variación en la producción afecta al precio del mercado. También son verdaderos sabuesos en la localización de laboratorios clandestinos de droga.

En lo que respeta a este mercado, el de la droga, no nos engañemos, los servicios de inteligencia conocen todas las plantaciones y, algunos de ellos están untados hasta el cuello de la camisa. Sepamos simplemente que el mercado del narcotráfico tiene sembrado unas 100.000 hectáreas de hoja de coca solo en Colombia, que los satélites espías ha captado sólo en el puerto de Tumaco una acumulación de hasta un 20% de la siembras. Leo un informe de la DEA y el NIH (National Institute on Drug Abuse) y las cifras son escandalosas. Solo en Estados Unidos hay 24,6 millones de americanos que abusan de las drogas y que produjo que, en el 2015, muriesen 52.404, convirtiéndose la droga en la primera causa de muerte del país.

Las cifras de la cocaína son desbordante: un kilo de cocaína vale en la selva de Colombia 1.300 $, en Estados Unidos 27.000 $; en Europa 53.000 $, y en Australia 200.000 $. Eso nos da una idea del negocio y lo que chupan intermediarios y funcionarios sobornados, incluso la CIA es sospechosa de negociar en ese mercado con la información que tiene a través de sus agentes o los satélites, que saben perfectamente las corrientes del tráfico de coca, heroína, marihuana, opiáceos sintéticos, etc.

Una de las misiones del satélite espía español Paz, será controlar la distribución de drogas que entran a través del norte de África a España para distribuirse por Europa. Drogas como el hachís que todos sabemos de dónde viene y quién es el mandamás en su producción. Y no nos engañemos pero también hay funcionarios y policías españoles que están sobornados.

Los satélites espías, especialmente la nueva generación de CuboSat, son construidos por los equipos de Ingeniería de la Universidades, con la ayuda de los Departamentos de Arqueología, ya que servirán para encontrar yacimientos arqueológicos, rutas antiguas y ciudades perdidas. El Indina Jones de hoy no lleva un látigo, sino un Smartphone conectado a un satélite o a un centro de análisis que está recibiendo información de un satélite, lo que le perite excavar en el lugar exacto. Los Departamentos de Geología sabrán no solo que minerales abundan en una zona determinada, sino la potencialidad de las bolsas de petróleo o gas. Una aplicación – imagen, luminosidad y ruido detectado -, permite determinar la zona dónde ha caído un meteorito, que podrá estudiarse o venderse a un coleccionista. Un CuboSat colocado sobre una ciudad puede, desde determinar los flujos de circulación de vehículos, hasta calcular el número de personas de una manifestación o concentración.

Los satélites también son aplicables al turismo ya que pueden controlar rutas del vuelo de aviones, trasatlánticos o navegación privada, y determinar por la afluencia de bañistas que zonas de playas es más interesantes para instalar hoteles, restaurantes o chiringuitos. Y si a todo lo dicho le aplicamos algoritmos y extrapolamos datos… los propietarios de los satélites se convierten en semidioses. Este es un sector con muchas e increíbles posibilidades, donde la información genera dinero…y las imágenes dan mucha información si se trabajan con inteligencia y singularidad.

Pero no todo es tan sencillo como lanzar un satélite y ya está. La calidad de la información va a depender de los instrumentos que se embarquen: sensores infrarrojos, radares, tamaño del telescopio, captadores de transmisiones y de ruidos, etc. También debo decir que se precisan centros de análisis que son muy costosos, antenas de recepción de información, radares que permitan ver a través de las nubes, detectores de ruido, utilización de sistemas criptográficos muy costosos pero seguros ante el robo de información por otro satélite, ya que se puede lanzar un satélite que espíe a otro satélite y le robe la información que obtiene.

En cualquier caso ya hay más de mil pequeños satélites que van desde Femtosat de 100 gramos, hasta los Mini-satélites de 100 a 500 kg, pasando por los Picosat de un kilo, los Nanosat de 10 kg y los Microsat de 100 kg como peso máximo. Concretamente en la actualidad ya se han lanzado 750 CuboSat, y la industria de las lanzaderas (cohetes) son cada vez más abundantes y con precios más competitivos que, en el día de hoy, ya está por debajo de los 5 millones de dólares, dado que también está entrando en competición el mercado de los drones espías.

Este es un tema que da para escribir un libro de más de 500 hojas, con datos, anécdotas, competencias y el futuro que viene.

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Un extraterrestre en la Tierra.

abril 9th, 2018

Un extraterrestre en la Tierra

 

Es el experimento más brillante que ha producido la evolución después del ser humano: el pulpo.

Tiene toda una serie de ventajas evolutivas y con 500 millones de neuronas es capaz de pensar nueve cosas a la vez. No es violento y se defiende soltando esa tinta con la que parece decirte inocentemente: “No te acerques que te mancho”.

Su estructura anatómica ya debiera hacernos sospechar que estamos ante un ser distinto, ya que, carece de esqueleto, tiene tres corazones, ocho brazos, la sangre azul y un sistema nervioso único.

Los pulpos pertenecen a la familia de los cefalópodos y uno de los más comunes es del género de los octópodos.

Su cerebro central, similar a la parte del hipocampo humano,  donde reside nuestra memoria, se limita a mantener de forma inconsciente las funciones básicas de su cuerpo, es decir los movimientos, el funcionamiento del corazón, la digestión, etc. Similar a los seres humanos que respiramos, bombeamos sangre y caminamos de forma automática. Su cerebro central solicita a sus otros ocho cerebros en cada pata que exploren un objeto. Y uno o dos brazos se dedican a esta función, mientras otros, realizan otras labores completamente distintas.

Los brazos autónomos del cerebro, tienen su propia estructura motriz y receptores sensomotores. En cada uno de ellos existen dos millones de fibras sensitivas, táctiles y químicas, que cumplirán la instrucción y degustaran el objeto que han visto sus lóbulos ópticos del cerebro, analizaran su Ph desechando el objeto si es muy ácido, medirán su temperatura, y valorarán su textura, utilizando las 200 0 300 ventosas de cada pata. Esta información la transmitirá si es necesaria al cerebro central, pero en ocasiones se almacena como una gestión periférica de los otros cerebros.

Para darnos cuenta de esta capacidad cerebral de las patas, si cortamos una seguirá trabajando en sus análisis hasta más de una hora después de la amputación.

Los ojos lo convierten en ese ser extraño, ya que esos ojos perciben la gravedad y sea cual sea la posición del cuerpo se mantienen alineados independientemente. Una cualidad que no se transmitió al ser humano pese a sus ventajas.

¿Es tan inteligente el pulpo como los seres humanos? Irónicamente yo diría que en algunos casos sí. Me he topado con seres menos hábiles. Científicamente la respuesta es que tiene una inteligencia diferente a la nuestra, porque vive en un hábitat diferente al nuestro, con otras necesidades y otras preocupaciones. Lo que ha demostrado es su gran capacidad para encontrar la salida en un complicado laberinto transparente. Lo ha hecho más rápido que los seres humanos; de igual manera es capaz de abrir la tapa enroscada de un bote de cristal… desde fuera y encerrado adentro. Es uno de los seres marinos más  inteligentes, capaz de aprender a usar útiles que encuentra en su hábitat, aunque hay que volver a destacar que son inteligencias distintas. Como la de un perro basado principalmente en el análisis de su olfato o la de un gato en su capacidad de intuición o “lectura” de la mente humana. Dos facultades que los humanos hemos perdido, me refiero al olfato y la intuición.

Podría llenar hojas hablando sobre el pulpo, uno de los animales que escogí para analizar sus nueve cerebros y que me demostró que ha sido uno de los experimentos más brillantes de la evolución, un ensayo pre-humano, ya que su existencia se remonta a 276 millones de años, lo que significa que ha sobrevivido a dos grandes extinciones y, por lo menos, cuatro periodos de extrema frialdad.

Tal vez en un lejano planeta de nuestra galaxia habrá una civilización formada por pulpos inteligentes, puede que conozcan nuestro planeta del que pensarán: “Allí viven aquellos salvajes que se comen a nuestros congéneres”.

 

 

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El sentido de la vida y los extraterrestres

abril 7th, 2018

El sentido de la vida y los Extraterrestres

 

Los físicos dudan de que la velocidad de la luz sea el tope de lo más veloz que existe, parece que los neutrinos superan esta velocidad. El modelo estándar de la mecánica cuántica está incompleto y algo falla, al margen del concepto de gravedad. En  cosmología la teoría del Big Bang no es segura y seguimos sin encontrar la materia oscura y la energía oscura.

No sabemos si existe el llamado planeta X, y cada día descubrimos más exoplanetas. La neuroimagen nos revela que el cerebro es más complejo de lo que creíamos. Tampoco tenemos claro nuestro árbol paleoantropológico. Descubrimos que nuestro origen es puro azar, y sabemos que hay entre 3 y 7 millones de especies (sin contar los hongos) que aún no hemos descubierto, especialmente insectos.

Dentro de poco será completamente operativo el IRM (Imagen de Resonancia Magnética) un escáner de cinco metros de diámetro, 132 toneladas y casi l2 teslas de potencia, con el que se profundizará en el cerebro. Al mismo tiempo se autorizará a los tratamientos con la EMT (Estimulación Magnética Transcraneal) y la ETCD (Estimulación Transcraneal con Corriente Eléctrica Directa), así como la aplicación de haces de rayos de luz. Nuevos fármacos están a punto de salir al mercado, alguno para estimular nuestra inteligencia.

Este mismo año será operativo el gran radiotelescopio de China de 500 metros de diámetro. A finales de año se lanzará el telescopio James Webb de 6,5 metros de diámetro con más nitidez de imagen que el Hubble. Y Tres grandes telescopios se están construyendo y probando: el GMT de 22 metros de diámetro, el TMT de 30 y el EELT  de 39. Todos están destinados a buscar vida fuera de la Tierra, especialmente inteligente.

En mecánica cuántica el LHC de Ginebra alcanzará toda su potencia, y entrará en servicio este año el Spiral2, productor de iones.

En astronáutica este mismo año se lanzará el SLS el cohete más potente de la NASA, y se prevén un gran número de lanzamientos que ya iré anunciando en mí “Página Launch”.

Todo este esfuerzo para, como dicen los Monty Python, buscar el “sentido de la vida”. Pero lamentablemente, en estos momentos de nuestra existencia, ninguno de nuestros esfuerzos nos revelara la realidad de nuestra presencia en este Universo.

Las teorías científicas más avanzadas no nos dan una respuesta sobre nuestra existencia, es más, cada vez están demostrando que todo es más complejo de lo que nos creíamos. El Universo es un lugar extraño repleto de peligros en el que vivimos por azar. Somos consecuencia de una azarosa y tortuosa evolución que ha desarrollado en unos efímeros seres un cerebro que piensa y trata de encontrar respuestas a su existencia y su infame final.

Las religiones no aportan más que un placebo para los que no tienen suficiente arrojo para admitir que, detrás de ellas y de nuestro final, no hay nada. No hay ninguna prueba de la existencia de divinidades, ni que más allá de la muerte hay otra vida.

Ni la mecánica cuántica, ni las neurociencias, ni cosmología, ni la paleoantropología, ni la filosofía profunda, nos pueden dar un respuesta a sentido de la vida, al sentido de nuestra existencia y a su final irremediable. Ni la medicina o biogenética pueden hacernos eternos en un universo que tampoco lo es. Solo pueden retrasar nuestra agonía modificando partes de nuestro cuerpo.

No hay respuesta para nuestra existencia, ni la habrá. Hoy solo nos queda una ínfima esperanza, que seres venidos de otros lugares del espacio nos expliquen su versión, si la tienen, sobre el sentido de la vida.

¿Existe vida inteligente en otros rincones del Universo? La realidad es que de la misma manera que azarosamente la inteligencia ha buscado un camino para aparecer en la Tierra, ha podido suceder lo mismo en los más de 1023 planetas que existen en el universo observable. Es una  cuestión de probabilidades. Creo que la vida inteligente es una meta de la combinación de la materia y la energía, y que una vez alcanzada esa meta hay otras como la plena consciencia. Siempre hay un camino para que aparezca la inteligencia.

Pero seamos racionales para admitir que no hay indicios creíbles de que hayamos tenido visitas extraterrestres, y que si las ha habido, los alienígenas no han querido explicarnos nada sobre el sentido de la vida. Tal vez por el hecho de que no estamos lo suficiente evolucionados y no lo comprenderíamos o, tal vez lo han hecho, y su mensaje críptico corretea por nuestras narices sin que lo sepamos ver y descifrar. No nos han dado suficientes pruebas de su existencia, y si las hay, se han convertido en “material clasificado”.

Como muchos otros pensadores me pregunto qué hacemos aquí; y solo tengo fe en esa respuesta de fuera que no llega nunca. Porque no me creo que el universo, sea algo que no tiene propósito ni significado.

Avanzaremos en conocimientos con los nuevos telescopios, aceleradores de partículas, escáneres gigantes y saliendo al espacio. Pero solo son conocimientos y lo que queremos saber es el verdadero sentido de la vida.

Si hay vida ahí fuera, me pregunto qué espera para revelarse, para correr la cortina que la oculta, para explicarnos porqué estamos aquí, cuál es el verdadero sentido de la vida. Esperamos ese mensaje con inquietud, con frialdad, anteponiendo la necesidad de conocimiento a los falsos valores en que vivimos.

Seres de otros mundos: sabemos que estáis ahí fuera, sabemos que conocéis nuestra existencia y deseamos ardientemente que nos ayudéis a comprender el misterio de nuestra existencia.