Capítulo Tercero
Algunas premisas que debemos aceptar
“-En esa casa de la colina hay enterrado un tesoro – advirtió Groucho.
-¡Pero si en esa colina no hay ninguna casa!- destacó Arpo.
– Entonces construyamos una casa – concluyo Groucho.
(Una noche en la Opera)
[La frase de Groucho Max tiene más profundidad de lo que parece. Es una alternativa de un Pensamiento Singular. Es el concepto de Louis Powels destacando en las escalinatas del Odeón de París en Mayo de 1968: “Si queremos cambiar el sistema social, primero tenemos que cambiar las estructuras mentales”. Antes de encontrar el tesoro enterrado en la casa, tenemos que construir esa casa]
Para trabajar con el Pensamiento Singular es preciso, inicialmente aceptar algunas premisas.
- Tenemos que empezar por aceptar que nuestro pensamiento es cuántico, como veremos más adelante y como demostraremos que tenemos un pensamiento cuántico.
- Aceptemos que existe una similitud entre el Pensamiento Singular y el pensamiento cuántico.
- Eso nos obliga a pensar con una visión diferente a la “realidad” material que nos rodea.
- Debemos poder aceptar que podemos estar viviendo en un mundo como el de Matrix, en un holograma.
- La verdad no existe. Es solo una verdad transitoria. Por lo que no podemos sustentar nuestro pensamiento en verdades indiscutibles y eternas.
- Las verdades científicas son la mejor alternativa que tenemos, por ahora, para describir con leyes, hipótesis y principios de los sucesos, fenómenos y realidad que nos rodea.
- Un razonamiento como “pienso, luego existo”, no es rotundo si aceptamos la posibilidad de que somos seres de un mundo basado en hologramas.
- Tampoco existe un mundo dual. Es un condicionamiento mental de occidente desde Zaratrustra. Fue este sacerdote en Tera (Afganistán) quién creo la dualidad con un dios bueno y un dios malo. El budismo es contrario a esta dualidad ya que considera que si estás considerando algo como bello, estas creando lo feo. Las cosas no son ni buenas ni malas, no bellas ni feas, simplemente son.
- Somos azar y evolución.
El mundo se centra en tres clases de pensamiento: la casualidad, la causalidad y el determinismo. Podemos añadir un cuarto: el pensamiento del chamanismo.
Veamos estos conceptos:
Casualidad: El mundo Occidental opera con la casualidad, las personas se conocen por casualidad, los hechos transcurren por casualidad, es decir, usted está leyendo esto por casualidad o azar. Se acepta la mecánica cuántica porque es azar.
El mundo del lejano Oriente tiene un pensamiento causal. No hay casualidades, solo existe la causalidad. El hecho de que usted esté leyendo esto y le interese tiene una causa, y usted debe averiguar esa causa. En sus creencias kármicas la causa puede estar en sus anteriores vidas. Con la causalidad se acepta que primero está la causa y luego viene el efecto. Esto se contradice con la física cuántica, en la que la causa de un efecto puede estar antes o después.
Finalmente está el pensamiento del Próximo Oriente, del mundo árabe, que es determinista, todo está escrito en el libro de Alá, todo está determinado ya. Esto no está aceptado por el pensamiento occidental que considera que somos consecuencia del azar.
En lo que se refiere al mundo chamán, este es el más próximo a la física cuántica, un mundo que abordaremos más adelante.
(En el capítulo cuarto, veremos el cerebro y el Pensamiento Singular)
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