Barcelona se ha convertido en el escenario de algunas de las novelas de espionaje de John Le Carre. A excepción de la película Casablanca, nunca tantos espías, agentes dobles, topos, infiltrados, hackers y confidentes, habían coincidido en un lugar.
Las corrientes informativas están llenas de intoxicaciones, complots, confabulaciones, bulos y desinformación. Al margen de los más de 150 agentes del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) destinados en Catalunya, operan agentes de la CIA americana, del MOSSAD judío, de la SVR rusa, de la DGSE francesa, de la DGSN marroquí, y, a partir de menos tiempo los de la Sûreté de Bélgica. Luego están las agencias de detectives, que aprovechan el tirón para ofrecer y vender sus servicios e informaciones sabiendo lo mucho que las agencias de espionaje operan indirectamente y a través de otros; también hay que citar a algún funcionario que se presta a colaborar como agente doble, algo muy típico en nuestro país y en la tradición cristiana. Recordemos que Jesús solo tenía doce seguidores de confianza, y uno de ellos fue un agente doble.
Hoteles de lujo y tugurios nocturnos son los lugares de intercambio de información, al margen del rompeolas, el paseo marítimo y las ramblas. En realidad todos los servicios de inteligencia tienen un centro de operaciones en Barcelona, generalmente en sus consulados, al margen de pisos-francos. Los agentes del CNI tienen varios lugares desde donde dirigen y operan, uno de ellos un edificio de la Diagonal en la esquina con Gran Vía de Carlos III, otro en el edificio del Gobierno Militar, otro en el principal cuartel de la Guardia Civil en Barcelona. Aunque siempre han desmentido estas ubicaciones.
La situación política en Catalunya ha removido todas las fuentes de información, análisis e intoxicación ciudadana. Más que nunca, el ciudadano, cuando crea que sabe algo, tiene que preguntarse si eso es lo que quieren que sepas. Más que nunca impera aquel principio del Vademecum del espionaje que advierte que los que antes eran amigos, ahora son enemigos, y los que antes eran enemigos ahora son amigos.
El CNI, que tiene obsesión por los rusos, trata de contrarrestar las noticias “tendenciosas” e “injerencias” de Actualidadrt y Sputnik en Internet; así como las imágenes que vuelca Anonymus en Internet, las declaraciones de Julián Assange en Wikileads, las de Edward Snowden desde Moscú, algunos análisis del Espía Digital, etc. Las chapuzas del ex policía Villarejo todavía tienen que litigarse en los juzgados, si no le pasa nada raro al ex comisario, ya que este tsunami de chantajes, amenazas y sobornos, también se está cobrando sus víctimas. Lo lamentable de la actuación del CNI – esto lo han declarado sus propios jefes – es que actúe supeditada al partido que está en el poder, y que no sea una Institución completamente independiente y apartidista. Evidentemente es antidemocrático, es incluso totalitarismo, que los servicios de inteligencia estén al servicio del partido que está en el poder.
También el Gobierno del PP, manipula medios informativos, dando cifras ridículas de las manifestaciones en Barcelona, omitiendo escenas de violencia policial al resto de España, presionando a los medios informativos periodísticos y censurando la realidad a través de TVE.
Hay una gran movida de los servicios de inteligencia en Barcelona que apenas percibimos, ya que pocos ciudadanos se han enterado de la detención y entrega, para su extradición, a agentes del FBI, del conocido hacker ruso Piotr Levashou. O la también detención en Barcelona, por la Guardia Civil, del hacker Stanislav Lisav, también entregado para su extradición.
Sugiero algunas fuentes de información y análisis de la situación como: The Integrity Initiative, dedicada a combatir la “desinformación” rusa; Centro para el Desarrollo de la Democracia y los Derechos Humanos; Centro de Análisis y Documentación para la Libertad.
Para finalizar quiero destacar que el major de los Mossos d´Esquadra, Josep Lluis Trapero, ha sido sustituido por Ferrán López, y ha sido relegado a un despacho de la Comisaria de las Corts, donde realiza funciones no operativas. Está imputado por sedición en una actuación menor. Creo que en el fondo, al CNI, le preocupaba más que el major de los Mossos d´Esquadra, consiguiera desarrollar un SICAT (Servicio de Inteligencia de Catalunya) y no fuera a ser que se convirtiese en una agencia más efectiva, más operativa y mejor que las ya existentes en España.