La España profunda ha votado PP

junio 28th, 2016

Escribo a petición de mi amigo filósofo Jordi Martínez Soler, sobre las pasadas elecciones.

Lo más increíble es que después de tantos casos de corrupción en el seno del PP ganen y aumenten los votos. O el electorado es masoquista o votan de cachondeo.  Hay otra respuesta.

Recordemos quien vota al PP: un 27% son mayores de 65 años con estudios elementales o escasos. Un 25% tienen una total carencia de estudios, saben leer y escribir y hacer algún cálculo aritmético; y el 24% son de pueblos de menos de 2.000 habitantes, lugares dónde las actividades culturales escasean.

Estas cifras indican que una parte del electorado no se entera de las corrupciones que comete el PP. Luego están los que se enteran, lo saben y lo permiten porque es bueno para recaudar dinero con el fin de impedir que la izquierda (los rojos) suba al poder.

El Brexit también ha ha tenido su pequeña incidencia, la situación era muy peligrosa para traspasar el poder a «jóvenes sin experiencia», como Podemos.

Recordemos que la España profunda es el feudo conservador del PP; un feudo católico, apostólico y romano cuyos «meapilas» del PP defienden como Santiago cerrando España. Con el PSOE y especialmente Podemos se presentaba un laicismo amenazador. Ved a la alcaldesa de Barcelona, sin asistir a los actos religiosos y apoyando obscenos carnavales que derivaban en orgías y aquelarres.

Luego están los ancianos a los que se les recordaba que podían quedarse sin pensiones, solo el PP y el Guerrero del antifaz podían defender esos cuatro miserables céntimos que les dan.

Me diréis: ¿Y los jóvenes que han votado al PP? Muy sencillo son los que se están educando en la cultura del pelotazo, los que les enseñan que la corrupción es algo normal en la época en que vivimos. Son los jóvenes que admiran a Mario Conde con su patrimonio en una isla bananera desconocida; son los jóvenes que admiran y envidian a Berlusconi con sus yates y mansiones, siempre rodeado de mujeres horteras, incultas y descerebradas que compensan estos «pequeños defectos» con sus abundantes glándulas mamarias.

¡El dinero es lo importante, y no importa mucho la forma de obtenerlo! Estamos en la sociedad de «que hay de lo mio», aunque ese «de lo mio» implique que una escuela se quede sin techar, un hospital sin camas, y que los investigadores se tengan que conformar con una lupa para observar los experimentos con sus gusanos.

Con el poder en sus manos el PP dará su próximo paso que será, como hace años dijo el escritor Uruguayo Mario Benetti: «….la consciencia es ahora el territorio a someter, a invadir, a conquistar. De ahí la educación para el olvido; de ahí el incesante bombardeo del ruido y de la imagen; de ahí la amputación de ocio reflexivo y creador. Trabajar incesantemente, ininterrumpidamente, a fin de que no quede espacio para el raciocinio, para la duda, para el adiestramiento de la sensibilidad, para la profundización de la cultura y también, por qué no, para la expansión lúcida».

 

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Reflexiones privadas

junio 27th, 2016

Un tarde paseando con Jack Cadington, especialista en enteógenos y productor de documentales cinematográficos de California, le pregunté:»¿Jack tú crees en Dios?». Me señaló un cactus de Peyote y me contestó: «Ahí dentro está Dios». Esa misma noche me elaboró una dosis de Ayahuasca que me llevó a un estado modificado de consciencia, que me hizo recorrer todo mi pasado filogenético y atisbar mi futuro. Un reencuentro en un lugar sin tiempo. Un reencuentro con mi soledad y mis demonios internos.

Como buen ateo he leído la Biblia, el Corán y el Torah. He leído los Manuscritos del Mar Muerto y los de Nag Hammadi. He releído y reflexionado sobre los Upanisad de la India que se han convertido en la mejor lectura que he tenido en mis manos. He leído el Dhammapada de las enseñanzas de Buda, el Avesta de zoroastrismo, el Tao de Confucio y libros taoístas, sintoístas y jainístas.  Mientras otros reían o pacían delante de la televisión basura, yo quemaba cientos de horas estudiando mecánica cuántica y neurofísica.

He buscado respuestas caminando por el laberinto de la catedral de Chartreuse, entre peregrinos que fanáticamente hacían el mismo recorrido que yo de rodillas; he visitado lugares misteriosos, prohibidos y , para algunos, sagrados ; he estado en antros de los oscuros suburbios de las ciudades donde ves la verdadera podredumbre humana y no sabes si saldrás vivo de aquel lugar; en África he tenido aferrado entre mis brazos a niños que tenían los días contados; he estado en la iglesia de Rennes-le-Château, franqueado por la imagen del demonio Asmodeo y la inquietante inscripción «Terribilis est locus iste» (Este es un lugar terrible); he visitado las ruinas de todos los castillos cátaros testimonio de crueles matanzas por cuestión de diferentes creencias; he sentido un extraño estremecimiento al entrar en el campo de concentración nazi de Dachau  y en el Coliseo Romano; he recorrido lugares no accesibles del Vaticano acompañado por un Camarlengo que quería activar mi fe perdida.

Una noche me encerraron en una habitación oscura y me hicieron escribir mi testamento a la luz de una vela situada sobre el cráneo de una desdentada calavera; he recorrido descalzo mezquitas en las que oraban cientos de musulmanes; he meditado en tekias sufíes después de haber danzado como los derviches giravoltes; he excavado en el interior de cuevas perdidas cuyo acceso eran peligrosas chimeneas; he meditado en dólmenes cargados de energía y en el interior de la tumba de la princesa Tin Hinam de los Tuareg en Abalessa; he descendido al interior de sepulcros casi milenarios con cientos de esqueletos que me miraban con reproche por haber perturbado su silencio y quietud; he buceado en el mar sintiendo esa sensación de ingravidez; he deambulado por pegajosas selvas y áridos desiertos; he sentido en mi cuerpo la metralla de una explosión y la afilada punta de un cuchillo, circunstancias que me han permitido degustar el sabor inconfundible de la sangre; me han apaleado y encerrado en una mazmorra que olía a letrinas y defecaciones; he pilotado aviones teniendo la sensación que podía ascender hasta escapar de este planeta; he subido al Vesubio entre «fumatas» y temblores de tierra. Y como dice el replicante Nexos-6, antes de morir, en el final de Blade Runner: «…todos esos momentos se perderán como… lágrimas en la lluvia».

¡Es la cultura, estúpidos!

junio 11th, 2016

El sondeo del CIS de este sábado, publicado en El País y en otros medios, me ha aclarado una duda que tenía hace tiempo: ¿Cómo era posible que después de tantos escándalos de corrupción en el PP y en PSOE, la gente les siguiera votando a estos partidos?

El sonde del CIS contesta claramente a este interrogante. Tal vez, las conclusiones que añadiré, pueden parecer ofensivas. No menos precio a aquellos que carecen de estudios pues ya sabemos que en este país el sistema se  creo para tener mano de obra, y que muchos no tuvieron ni medios, ni tiempo para estudiar.  Por otra parte se ha primado más el interés por determinados deportes de masas, programas de televisión basura y tertulias de botellón que la difusión de la cultura y el conocimiento. No tener estudios es carecer de una orientación clara sobre el mundo que nos rodea, sobre todo si se carece de medios para acceder a las fuentes culturales – conciertos, libros, teatros, periódicos, etc. -, no tener estudios es vivir en un sistema que nos maneja y en la ignorancia de nuestra propia existencia.

Realizada esta aclaración veamos las frías cifras: El PP, pese a coronar el reino de los escándalos de corrupción, vuelve a ganar las elecciones con un 27,5% de votantes que son mayores de 65 años (la clase social que ha podido estudiar menos); de sus electores el 25,9% carecen de estudios, lo que da al PP la cifra más alta de gente sin formación. Y el  24,9 provienen de pueblos de menos de 2.000 habitantes, donde se acumula la gente con más carencias en aspectos culturales.

El PSOE tampoco pasa el examen, tiene un 19% de electorado mayor de 65 años, y bate un record en votantes sin estudios: el 29%, más que el PP. Tal vez se deba a que en el PP la clase social es más adinerada y se han permitido poder estudiar más que en el PSOE.

Unidos Podemos tiene un 35% del  electorado menor de 34 años, la futura generación de este país. El 16% del electorado tiene estudios superiores y un 14% Formación Profesional. Es la generación que quiere un cambio. Sepamos que es el partido que más atrae a los jóvenes, algo que nos tendría que hacer reflexionar.

Los votantes de Ciudadanos son el 12% de entre 35 y 44 años. Tienen estudios superiores el 11,7 % y Formación Profesional el 11,5% . Un electorado de derechas que proviene de las grandes ciudades y tiene una parte importante con formación cultural.

Siempre evito el decirlo, parece ofensivo, pero este país tiene una gran incultura y unos ciudadanos que no quieren reconocer su deficiencias en este sentido. Todos son enteraditos y sabelotodo. ¿Y tú? me preguntará el lector: yo cada día se menos y menos de más y más cosas.

Somos polvo de estrellas que piensa

junio 9th, 2016

Estamos compuestos de polvo de estrellas y extrañas energías que se expandieron tras el Big Bang. Somos el origen del universo contemplando su imagen actual. Somos los elementos expulsados por las estrellas moribundas amparados en nuestros interior. Somos el tiempo transcurrido tras una tortuosa evolución.

¿Cómo hemos llegado a pensar y tener consciencia de nuestra existencia? ¿Cómo es posible que elementos como el carbono, azufre, hidrógeno, oxígeno y otros que constituyen nuestro  cuerpo, sean los artífices de nuestros pensamientos científicos, nuestra elucubraciones filosóficas, nuestra creación artística, nuestras composiciones musicales? ¿Cómo comprender que la descarga de un ion de potasio sobre una neurona y la consiguiente onda eléctrica por la dendrita, sea capaz de elegir un neurotransmisor entre 200, (por ejemplo la oxitocina) y desencadene en nosotros un pasional flujo de amor?

¿Cómo unos simples elementos químicos nos han otorgado esa capacidad de esculpir La Piedad, pintar la Gioconda, componer El lago de los císnes o escribir El rey Lear? No tengo respuestas, pero me hace sospechar que esos elementos químicos eran portadores de una información  que ya existía antes del Big Bang, y se ha combinado en cada uno de nosotros, creando el escultor y el artista único.  Unas combinaciones infinitas que impiden que dos personas a la vez estén escribiendo el mismo poema o pintando los mismos frescos de la Capilla Sixtina.

Somos materia estelar, parte de un Universo que, a través de una larga evolución sujeta a los azares del mundo, ha combinado los átomos para desarrollar unos cerebros que han comenzado a pensar y, en el fondo del proceso, algunos han concluido que no somos nosotros los que pensamos, sino que es el universo quién piensa a través de nosotros y, a través también, de todos esos seres que ha desarrollado en diferentes planetas que giran a estrellas esparcidas en millones de galaxias.

¿Sería igual el universos si no hubiéramos aparecido? Sería igual pero habría una parte insignificante que no se observaría a sí misma. Somos un planeta minúsculos en la inmensidad de trillones y trillones de planetas. Somos una furtiva sombra que tarde o temprano habría aparecido porque la vida y la inteligencia siempre encuentran un camino para surgir. Somos una torsión de la nada en forma de doble hélice  que transmite una información. Somos información al borde de un horizonte de sucesos de un agujero negro que nos puede transferir a otras realidades, a otros multiversos a otros espacios paralelos, a mundos en los que sólo pervivan los estados modificados de consciencia; a un tiempo que no sea tiempo. Tenemos un potencial infinito en el cerebro tratando de evolucionar, somo dioses en potencia con una mente en la que nos están esperando sucesos trascendentes, sorprendentes….singulares.

Una nueva partícula desconcertante

mayo 3rd, 2016

Este comentario no tiene nada que ver con el  incidente que paralizó el acelerador de hadrones, LHC,  a causa de los cables que mordió, parece ser una comadreja, y obligó a realizar una parada técnica. Voy a hablar de una partícula que puede cambiar nuestras concepciones sobre el universo.

A finales de noviembre del año pasado (2015), los dos grandes detectores del LHC, el Atlas y el CMS, captaron las señales de una nueva partícula que apareció tras una colisión de hadrones y se desintegró en dos fotones. Su masa era de 750 gigaelectronvoltios (GeV), una partícula cuatro veces más masiva que un átomo de plomo. Una partícula totalmente desconocida y que no se había previsto nunca, y que por ahora la denominaremos: partícula X.

Hasta este verano no se podrán sacar conclusiones sobre esta nueva partícula. Por ahora, algunos científicos piensan que es signo de una nueva simetría.  Una cosa está clara, y es que hay que hacerse la idea de que vivimos en un mundo cada vez más complejo y más unificado de lo que imaginábamos.

Si la partícula X impone la existencia de la supersimetría, decenas de nuevas partículas se añadirán al modelo estandar – ese recuadro en que aparecen quarks, leptones y bosones -, ya que sugiere la existencia de nuevas  partículas de materia clásica, dos nuevas generaciones completas con sus compañeras supersimétricas.

La nueva partícula también puede ser la representante de una nueva fuerza – recordemos que cuatro fuerzas dominan el universo: la fuerte, la debil, la electromagnética y la de la gravedad – , tal vez ensambladora de quarks ligados a la interacción fuerte, o constituida por partículas elementales totalmente desconocidas y ligadas a ellas por una fuerza que desconocemos.

También puede acaecer que la partícula X forme parte de una nueva dimensión, lo que sería la prueba de que el espacio cuenta con más de tres dimensiones. La partícula X nos lleva a evoluciones radicales en nuestra manera de  pensar sobre la naturaleza, sea ante el concepto de una nueva fuerza, una nueva simetría o una nueva dimensión.

Resulta que mientras más exploramos en el universo, nuestros telescopios descubren inacabables fronteras; y si profundizamos en lo infinitamente pequeño, parece que nunca acabamos. Esta reflexión me lleva a un verso de Walt Whitman que destaca: «Hoy, antes del alba, subí a la colina, miré a los cielos apretados de luminarias y le dije al espíritu: cuando conozcamos todo estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos ya tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esa altura sólo para continuar adelante».

La partícula X puede que nos ayude a ganar una nueva profundidad, pero solo para seguir adelante.

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