El fin del mundo

agosto 26th, 2016

A veces me da la impresión de que estamos viviendo en el medioevo, ese periodo de oscurantismo en el que abundaban las profecías sobre el fin del mundo. Ahora de pleno en la era de los avances tecnológicos y de la conquista del espacio, no hay año en que no salga por ahí un visionario anunciando el fin del mundo. Son profetas que actúan solos o representan a grupos o sociedades para-científicas que nos anuncian el fin de nuestro mundo basándose en teorías aparentemente rigurosas. Sus vaticinios se basan en misteriosos planetas que giran alrededor del Sol y se aproximan a la Tierra, en asteroides que se acercan velozmente en rumbo de colisión con nuestro planeta, en extraños paralajes que invertirán la Tierra, etc. Toda una serie de augurios que consiguen endilgar por Internet o vocear por alguna cadena de televisión amiga de morbo y del sensacionalismo. Últimamente, algunos de estos profetas,han anunciado fechas concretas y aconsejado a sus seguidores que se ocultasen en sótanos y refugios ante el final eminente. Luego, lo de siempre, nada de nada, como diría la canción «la vida sigue igual». El vocero del fin del mundo siempre encuentra argumentos que justifican su desacertado pronóstico, debido a las difíciles interpretaciones de textos hebreos o retruécanos misteriosos. En realidad, al margen de cuatro ingenuos, ya no los cree nadie, y cuando anuncian otros fin del mundo, la gente, que ya pasado por tantos fallidos, se lo toma a chunga.

Desde que se formó la Tierra ha estado en peligro constantemente. Circunstancias de todo tipo han producido gran número de extinciones totales y locales. Han caído asteroides, han explotado mega-volcanes que han ocasionado inviernos nucleares, han habido glaciaciones, y otros fenómenos destructores de la vida que desconocemos. Pese a este tortuoso camino las especies han logrado sobrevivir y llegar hasta dónde estamos. Como acertadamente dice un personaje de la película «Jurasic Park»: la vida siempre encuentra un camino.

El azar ha permitido que desde hace unos 25.000 años ningún fenómeno geofísico o astronómico se produjera en nuestros planeta, hecho que ha permitido, por azar, que se desarrollase una civilización y llegásemos hasta la actualidad. Vivimos por un capricho del azar, suerte, hemos salido premiados en la rueda de la fortuna del Universo, no con dinero, sino con supervivencia. Este acontecimiento tan importante tendría que hacer reflexionar a los habitantes de la Tierra de lo importante que es la vida, de que tendríamos que venerarla y no desperdiciarla con enfrentamientos bélicos o comportamientos mundanos.

El fin del mundo es algo particular. Es el fin del mundo para aquel que muere en este planeta, para el que deja de existir….ese si que atraviesa un fin del mundo. Pero también están en el fin del mundo los que viven de los chismes, los cotilleos, los cotorreos y las banalidades sin ser conscientes de lo importante que ha sido haber llegado hasta aquí.

 

 

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Religiones, cuna y origen de la violencia

julio 20th, 2016

El origen del crimen y la violencia nace con las religiones. El Antiguo Testamento, texto sagrado del judaísmo, recoge el primer crimen de la historia: Caín matando a su hermano Abel.  El Corán ilustra la vida de Mahoma con luchas y sanguinarias guerras, y nos recuerda que el cisma entre sunnitas y chiitas es consecuencia de los asesinatos de los sucesores de Mahoma. En el Nuevo Testamento podemos leer como Jesús anuncia: «No os imaginéis que vine a poner paz sobre la tierra; no vine a poner paz, sino espada» (Mateo 10:34) En otro fragmento Jesús advierte: «¿Pensáis que vine a traer paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino más bien división» (Lucas 12:51): Y finalmente, Jesús exhorta a armarse ordenando: «Quién no tenga espada, venda su manto y cómprese una» (Lucas 12:51).

Los textos sagrados de las tres grandes religiones monoteístas chorrean sangre y violencia, crímenes y pasiones eróticas. Son manuales de adoctrinamiento con el objetivo de desautorizar las creencias de sus competidores.

Que yo sepa no existen crímenes en las teorías de la evolución de Darwin, ni en la teoría de la relatividad de Einstein, ni en la mecánica cuántica. La ciencia transmite conocimientos demostrados, experimentados, debatidos. Mientras que los libros sagrados están cargados de leyendas, mitos, supersticiones y hechos irreales que nos quieren imponer como auténticos.

El más brillante invento de las religiones ha sido el pecado. El pecado y la herejía justificaba el uso de la hoguera, la violencia de la espada y las más horribles torturas de la Inquisición. El cristianismo fue sanguinario como corresponde a toda religión que quiere triunfar. Y tras miles de crímenes hoy se alza gloriosa y honorífica en el Vaticano, sin que nadie solicite cuentas por su pasado, sin que nadie exija un «juicio de Nuremberg» por los desmanes cometidos con la hoguera, por el asesinato de sus propios papas, por el retraso que impuso a la ciencia.

Hoy aun existen fanáticos discípulos que asesinan defendiendo la vida del embrión. Hasta hace muy poco católicos y protestantes se asesinaban por las calles de Irlanda del Norte. Porque la religiones se vuelven intolerantes cuando defiende los que consideran sagrado y dogmático, y tras la intolerancia siempre surge la violencia.

Las religiones han sido la causa de terribles sufrimientos humanos, represiones, traumas psicológicos, violencia física, desigualdades, machismos. Han sido el matraz y molde de paranoicos portadores de mensajes divinos o psicópatas matando en nombre de su dios.

Las religiones han embaucado a millones de personas con unos mitos infantiles con el fin de manejarlos y condicionarlos con tenebrosos fines que comportan uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad.

Los primeros ejemplos de guerra santa y martirio se hallan en las historias judías y cristianas, por lo tanto no debe extrañarnos la yihad y el martirio de los terroristas del Islam, pues no han hecho más que copiar de la historia. Los terroristas son fanáticos que matan por una idea religiosa, pero también se pueden hacer matar por ella. Nace el mártir y es precisamente este sujeto el que se convierte en cruel perseguidos.

Tampoco nos debe extrañar el fanatismo de los terroristas actuales, no nos debe extrañara que se sientan puros como los caballeros medievales que fueron a las Cruzadas para saquear, matar, violar y destruir en nombre de la religión cristiana.

Dice Frédéric Lenoir en «La metamorfosis de Dios» que «con o sin religión, las buenas personas puede comportarse bien y las malas hacer maldades; pero para que las buenas personas hagan maldades… se necesita la religión».

Las religiones son sectas con el amparo de las instituciones, con sus seguidores en los gobiernos, con el poder político y económico. Una religión es una secta que ha triunfado, que ha tenido éxito… que ha logrado que algunos olviden los crímenes que perpetraron para llegar hasta aquí.

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El misterio de la partícula X

julio 19th, 2016

Hace seis meses, realizando unas medidas rutinarias, los detectores CMS y Atlas del LHC, registraron una irregularidad, una señal anómala. Destacaré que las irregularidades son frecuentes y que, en ocasiones, son fluctuaciones estadísticas. Por este motivo se crearon unos protocolos estrictos para demostrar que el registro de estas irregularidades tiene una probabilidad de diez mil millones de ser efecto del azar. Por otra parte, los detectores CMS y Atlas del LHC, funcionan en paralelo respetando una regla primordial: que sus equipos se queden enmudecidos sobre eventuales detecciones para poder confrontar sus resultados con el tiempo necesario.

Como he destacado, hace seis meses se registro la anomalía citada que podría significar la presencia de una nueva partícula que transformaría el llamado modelo estándar de la física cuántica, o «algo» completamente nuevo, ya que esta anomalía no corresponde, por ahora, a nada conocido.

Sobre esta supuesta partícula X , se sabe que su masa es de 750 GeV , y se desconoce si su spin es cero o dos. El spin es una propiedad de las partículas subatómicas que revela las reglas sorprendentes de la física cuántica, sin equivalente en el mundo clásico. El spin describe la forma que una partícula gira sobre sí misma.

La nueva partícula X solo se ha visto desintegrarse de una sola manera, en un par de fotones. Las leyes de la mecánica cuántica recogen que otros elementos podrían igualmente formarse de su desintegración. Esto sin contar que se desconoce si se trata de una partícula elemental o de un estado ligado a varias partículas.

¿Qué es lo que se ha registrado? La realidad es que se desconoce pero existen varias hipótesis inquietantes, sorprendentes y fantásticas. Así, la partícula X, podría ser el indicio de una cuarta dimensión. Sus características son compatibles a las de un gravitón (un bosón asociado a la gravedad), aunque no tiene la masa que se había previsto de 750 GeV, ya que el gravitón que está previsto en el modelo estándar carece de masa. Por tanto sería un graviton más pesado, de un modelo de física más global. Este gravitón se propagaría en una dimensión suplementaria y minúscula del espacio. Microscópicamente enrollada en sí misma esta cuarta dimensión sería difícil de captar con nuestros sentidos, es decir, sería inaccesible a nuestros sentidos. Este gravitón más ligero previsto en el modelo estándar sería un «eco» en las tres otras dimensiones.

Otra hipótesis es que la partícula X pueda ser la manifestación de una quinta fuerza del universos. Es decir, que este asociada a una fuerza que desconocemos. La partícula X es un bosón, por tanto una partícula mediadora de fuerza. Recordemos que existen cuatro interacciones: electromagnetismo, interacción débil, interacción fuerte y gravedad. Así cabe la posibilidad de que la partícula X  (el nuevo bosón) podría ser mediador de una nueva fuerza que desconocemos completamente, una misteriosa fuerza que estuvo presente en los primeros momentos de la creación del universo.

Para algunos físicos cuánticos la nueva partícula X podría se trazas de la materia oscura, una señal indirecta de la presencia de esa materia oscura en los primeros instantes del universo.

Finalmente también podría ser el indicio de un mundo espejo del nuestro, la prueba de una relación con la simetría fundamental, especialmente al desintegrarse en dos fotones. De hecho cada partícula tiene una compañera como su imagen en un espejo. El fotón tendría como doble el fotino, el gluón el gluino…

Por ahora la partícula X sigue siendo un misterio que va a requerir una búsqueda voraz. Sea lo que sea, demuestra que el universo es inquietante y desconocido, que existen nuevas partículas y fuerzas que nos abren las puertas a un cosmos sorprendente, a nuevas dimensiones, a energías desconocidas. Un panorama más asombroso e increíble de lo que nuestro cerebro es capaz de imaginar.

 

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No es una guerra, es un enfrentamiento de civilizaciones

julio 16th, 2016

Destaca el presidente de Francia que estamos en guerra contra el terrorismo. Pues no, como destaca Fukuyama, estamos ante un enfrentamiento de civilizaciones. Las guerras acostumbra a tener unas normas, unas leyes internacionales, un respeto por los civiles. Lo que estamos padeciendo carece de todo tipo de normas y de respeto, es un enfrentamiento en el que no importa si las víctimas son niños, mujeres, ancianos. Por parte de uno de los contendientes existe un «aquí vale todo».

Digamos las cosas por su nombre y admitamos que estamos en una contienda religiosa en la que una parte está anclado en el el medioevo, atiborrada de creencias infantilizadas que le empujan a islamizar Europa de la misma manera que en el pasado pretendimos evangelizar su continente.

Para los islamistas radicales y ortodoxos, nuestra civilización no es trigo limpio. Es una civilización con la que no hay que mezclarse porque está cargada de pecado.  Es una civilización que permite la libertad de expresión, gobernada por laicos o ateos que permiten la crítica religiosa. Es una civilización en la que las mujeres son equiparables a los hombres y que, ellas, visten con descaro. Tenemos una música endemoniada, bailamos obscenamente, bebemos alcohol, comemos cerdo, tenemos ideas heréticas sobre el más allá, nuestra ciencia busca el antienvejecimiento del ser humano y la inmortalidad.

Insisto que no es una guerra, es un enfrentamiento de civilizaciones. Son dos formas opuestas de ver el mundo, una santurrona y otra progresista; una condicionada mentalmente, otra abierta a todas las nuevas ideas; una que quiere imponer sus teocracias, otra que ha logrado separar a la Iglesia del Estado; una dispuesta a matarnos por sus creencias, y otra humanista.

Sucede que en esta contienda Occidente tiene el enemigo en casa, un enemigo que está dispuesto a inmolarse si con su acción se lleva a unos cuantos de nosotros y «limpia» de herejes la tierra que quiere conquistar.

Mientras no admitamos que es un enfrentamiento entre civilizaciones, seguiremos teniendo una visión parcial del problema. Tenemos que empezar a reconocer que no vienen a Europa a integrarse en nuestra civilización, vienen a traer la suya y barrer la nuestra.

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Evolucionemos nuestro cerebro

julio 14th, 2016

Lo que más teme el Sistema es que utilicemos nuestro cerebro, que pensemos. Siempre ha demonizado la posibilidad de una mente superior, siempre ha creído que ya no evolucionaremos más y nos someteríamos a la rutina y repetición diaria. El Sistema no quiere mentes con fuerza, con impulsos que vivan, que perciban y sientan. El Sistema quiere espíritus encerrados en la materia. El Sistema ha demostrado que no puede llevarnos a un mundo mejor, tampoco quiere hacerlo. Solo nos queda la esperanza de que un acontecimiento chocante transforme nuestras decrépitas y obsoletas creencias, que lo barra todo. De una cosa todos estamos seguros, y es que el futuro no es lo que creíamos ni esperábamos.

Hoy solo nos queda nuestro cerebro y su evolución. Propongo la idea de volver a las antiguas fuentes del conocimiento, pensar en un retorno interior. Para ello tenemos que empezar a buscar en las profundidades de nuestro cerebro, tenemos que triplicar las conexiones de nuestras neuronas, activar nuestros pensamientos más allá del espacio y el tiempo.

Escuchad y veréis que existe una llamada interior, una voz que nos dice que en nuestro cerebro están todas las respuestas para liberarnos de un mundo absurdo cargado de sufrimiento.

Nuestro cerebro es energía, forma parte del todo y se comunica con el todo. Sin embargo, los problemas mundanos, los miedos, la ira, etc., nos impiden ser parte de esa comunicación que nos abriría las puertas a otras realidades.

El Sistema teme que accedamos a esa posibilidad y nos ha educado para competir en un mundo de falsa ilusiones. El Sistema, desde el medioevo, quiere tenernos en la oscuridad; nos hace creer que esta sociedad es la única posible, y trata de que seamos ignorantes del poder mental que tenemos. El Sistema nos ofrece claridad y un hipotético más allá tras la muerte. Nosotros queremos iluminación y un conocimiento en el aquí y ahora.

Tenemos que que ir más allá de los meros pensamientos, pensar en el pensar. Darnos cuenta que pensamos y experimentar ese gran acto como algo nuevo y novedoso, como un camino que nos lleva a otra realidad, a un lugar que impregne todo nuestro ser y nos haga sentir trasmutarnos.

En nuestro cerebro existe un estado de comunicación cuántico, ondas que están esperando que las sintonicemos para ofrecernos una armonía cósmica del todo. Conseguir eso es una nuevo paso de la evolución humana, un paso que nos convierte en dioses. Ese esfuerzo cerebral es nuestro objetivo más importante por que es lo real de la vida, mientras que la vida de vigilia, el mundo ordinario, es lo falso.

Sabemos que las cosas no son lo que parecen, que el mundo en que vivimos es una irrealidad ajustada por los pelos con leyes, teoremas y principios. Una irrealidad que frena nuestras posibilidades de transcender a otras realidades más verídicas, más interesantes, más enriquecedoras.

La búsqueda en nuestro cerebro es la máxima aventura existencial. Tenemos que detenernos a pensar, a reflexionar, a buscar puertas que abran los intrincados caminos del espacio y el tiempo. Tenemos que preguntarnos, sin miedo, que es la vida, que significado tiene nuestro paso por el mundo, intentar comunicarnos con el universo, con la vida ahí fuera, considerar la energía y las moléculas entes vivos, hay que intentar, ensayar, penetrar, insistir.

Nuestros cerebros esperan órdenes, instrucciones para extender más sus dendritas y axones, esperan que explotemos al máximo esa máquina, que la hagamos evolucionar y que la utilicemos plenamente porque somos dioses en potencia.

 

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